La coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer pone de relieve la distancia que aún hay entre la igualdad legal y la real

Aunque la coordinadora resaltó los avances en   treinta años de democracia, no pasó por alto las conquistas que aún quedan pendientes

Aunque la coordinadora resaltó los avances en treinta años de democracia, no pasó por alto las conquistas que aún quedan pendientes

Dentro del ciclo Mujeres en Marzo, organizado por la delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Rute, en la tarde del martes 13 se ofrecía una charla informativa. Corrió a cargo de Mercedes Bermúdez, coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer. Bermúdez esbozó cómo ha evolucionado la situación de la mujer en nuestra tierra en 30 años de democracia. Pero no por ello dejó de poner de relieve las conquistas pendientes. Entre ellas, citó la desigualdad en sueldo y condiciones laborales. Para paliarla, considera necesaria una mayor presencia de mujeres en órganos directivos. Hasta el Parlamento Europeo sostiene esta postura. Mientras Bermúdez impartía su charla en Rute, el pleno de la Eurocámara pedía la introducción de cuotas femeninas en cargos directivos de las empresas. Además de estas desigualdades laborales, la coordinadora advirtió sobre ciertos elementos machistas que se dan entre los jóvenes de nuestros días, a veces aceptados como algo natural incluso por las chicas.

Bermúdez sostiene que el Día Internacional de la Mujer Trabajadora ha de ser ante todo una jornada reivindicativa “y extensible a todo el año”. La coordinadora es consciente de la distancia entre “la igualdad legal y la igualdad real”. No en vano, la crisis se está cebando más aún con el público femenino. Así consta en las peticiones de “formación y orientación para el empleo” que llegan al instituto. Junto a estas consultas, lamentó que se sigan sucediendo las de problemas de violencia de género. Pese a todo, cree que las mujeres son conscientes de los recursos que ofrece este instituto. Cuenta con sedes en las ocho capitales y en municipios de más de veinte mil habitantes. Otra cuestión es que den el paso: Bermúdez admitió que hay reticencias todavía y es difícil “romper el vínculo familiar, afectivo y de dependencia económica”.

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