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Se aprovecha la afluencia de turistas en este tramo del año al Paseo del Fresno, aunque la mayoría de quienes se acercan son gente de Rute
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En esta edición, se ha hecho más cantidad que el año pasado, llegando a emplear cien panes
Por cuarto año consecutivo, la cofradía de Jesús Resucitado celebraba el pasado sábado 12 de noviembre su Fiesta de las Migas. Desde la primera edición el recinto elegido ha sido el Paseo del Fresno. A nivel de infraestructuras, se valen de que el Ayuntamiento les cede la barra de la Caseta Municipal para cocinar. Y a la vez, se aprovecha la afluencia de turistas a Rute en estas fechas, ya en plena campaña de Navidad, en especial a esta zona. Según explica el presidente Antonio Roldán, la idea de hacer estas migas multitudinarias no se debía tanto al hecho de desmarcarse de las muchas verbenas que hacen otras hermandades ruteñas. Más bien obedece a que la suya es una cofradía pequeña, con poca gente “para soportar una verbena o una feria”. Se decantaron, pues, por un evento “de menor envergadura”, al tiempo que ofrecían “algo distinto”.
- Aparte de un día de convivencia, la iniciativa representa un incentivo económico importante para ayudar con los gastos de la cofradía
Pese al hervidero de gente que transita en estas semanas por el Fresno, Roldán asegura que quienes pasan por la barra son “en torno a un 80% gente del pueblo”. Con todo, confirma que cuando se acerca algún forastero “también colabora”. Entre unos y otros han contribuido un año más a que haya una notable participación “y la respuesta de Rute ha sido impresionante”. En cifras, significa que se han utilizado cien panes, más que el año anterior, que se quedaron cortos. A ello hay que sumar todo lo que sazona a este típico plazo de nuestra gastronomía, como el chorizo, los torreznos, los pimientos y las naranjas.
Puesto que no son muy numerosos, el presidente bromeó señalando que las tareas se las reparten “como en las casas”. Así, las mujeres se encargaron de la parte de cocina, mientras que los hombres estuvieron sirviendo los platos y las bebidas. Lo importante es que aunaron esfuerzos. Incluso en el hecho en sí de elaborar las migas todos estuvieron removiendo la enorme sartén. Como recordó Roldán, el que hace migas en casa “sabe cómo se queda el brazo”. Aparte de echar un buen rato y un día de convivencia, no oculta que la jornada es un incentivo importante para los ingresos de la cofradía. Por eso, adelantó que, mientras cuenten con los permisos y la colaboración del Ayuntamiento con esta cesión de las instalaciones, van a repetir esta iniciativa.
Final del Año Santo Jubilar de la Misericordia
Justo al día siguiente de esta Fiesta de las Migas, otra cofradía de Rute, la del Cristo de la Misericordia, ponía colofón a un ciclo muy especial. Se clausuraba el Año Santo Jubilar de la Misericordia. Entre otros aspectos, esta celebración conllevó el 20 de noviembre de 2015 la proclamación de la parroquia de San Francisco de Asís como santuario jubilar. El Año Santo había comenzado con una procesión extraordinaria y la apertura de la Puerta de la Misericordia, presidida por un delegado episcopal. Ahora los actos han concluido de modo similar. Tras un triduo oficiado en los días previos, se clausuró de forma simbólica la Puerta y se dio paso a una salida procesional extraordinaria del Cristo de la Misericordia. Fue un pequeño trayecto que recorrió la Plaza Nuestra Señora de la Cabeza, la calle Juan Valera, bordeando por el “Chorreadero” hasta la calle Fresno para volver a San Francisco.