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Aunque la participación ha sido menos, desde la cofradía y el Ayuntamiento se subraya la importancia de rescatar esta antigua tradición
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La jornada culminó con un pasacalles con la Banda Municipal y una animación infantil a cargo de GR-7
Hace un año, coincidiendo con la celebración del Día de Todos los Santos, la cofradía del Cristo de la Misericordia pensó en rescatar una antigua tradición de Rute. Con el concurso de farolillos de melón se recuperaba una costumbre muy popular, pero que se había perdido. La propuesta tuvo una acogida más que interesante y en vista de ello, se ha optado por repetirla. Entre ambos concursos, ha transcurrido un año trepidante para la cofradía. La actual junta de Gobierno había tomado posesión de sus cargos en mayo de 2015 y en estos meses han afrontado la celebración del Año Santo de la Misericordia, que toca a su fin. Para su presidente, Antonio García, ha sido una etapa de mucha actividad, pero muy enriquecedora. Asegura que no esperaban que fuera un año tan intenso, pero la valoración con perspectiva es más que positiva.
En cuanto a la presente edición del concurso, celebrado en la Ludoteca, la participación ha sido algo menor, en parte porque se ha perdido el factor de la novedad y también porque había habido más eventos en Rute en el mismo fin de semana. En cualquier caso, para el presidente lo importante es el hecho en sí de que se consolide de nuevo esta tradición recuperada, “que los niños pequeños sepan de dónde vienen nuestros orígenes y nuestras raíces”. No se trata, en modo alguno, de una actividad recaudatoria de la cofradía. Lo poco que se pueda sacar de los bollos y el chocolate que se vendían para la merienda, ayudará a los gastos del concurso y los premios para los farolillos más destacados, consistentes en vales de 40, 30 y 20 euros, para intercambiar por material escolar. Han sido para Coral Porras, Virginia Onieva y Francisco Manuel Martínez. Asimismo, la cofradía, junto a otros patrocinadores, costeó un espectáculo de animación, por cuenta de GR-7 Aventura, con el que concluyó la jornada en el Paseo Francisco Salto.
Para García, puede estar muy bien que en el mundo anglosajón celebren Halloween, “pero aquí lo que se celebra es la festividad de los Santos”. Y una de las forma de hacerlo era esa elaboración de estos farolillos, sin necesidad de dinero, pero con mucha imaginación. De hecho, lo que se empleaba eran melones pequeños y con poco sabor. Resultaban inservibles para comer, pero se les daba un nuevo uso, iluminando su interior. Aparte de recordar el origen de esta costumbre, el presidente agradeció al Ayuntamiento su colaboración con el evento. Desde el Consistorio se ha ayudado con la cartelería y la ordenación del tráfico para el pasacalles que abrió la Banda Municipal. Junto a los niños llevando los farolillos, la comitiva hizo el recorrido hasta el paseo.
Por su parte, el concejal de Festejos, Antonio Granados, adelantó que la idea es colaborar con cofradías y distintos colectivos para recuperar otras antiguas costumbres que se han perdido en Rute en los últimos años. Como ejemplo, mencionó la pasada celebración de la Noche de San Juan, y avanzó la intención de que vuelvan a encenderse las candelas en las calles. Son ahora los meses en que más gente va a venir a Rute. Por eso, cree que el municipio tiene una cantidad considerable de fiestas y eventos de lo más original, con los que atraer al visitante. En el caso de los farolillos, el mismo concejal recuerda aún cuando su abuelo se los hacía. Era una forma de aprovechar los últimos melones de la temporada, algunos inservibles para comer, pero que daban juego con mucha imaginación y muy poco dinero.
Halloween se asienta en los colegios
En los últimos años, ha penetrado cada vez con más fuerza la celebración de Halloween, de origen anglosajón. En Rute también se ha hecho habitual que, junto a los actos propios de la festividad de Todos los Santos, suene la ya conocida pregunta de “truco o trato”, hecha por los más pequeños. Adelantándola a la noche del viernes 28 de octubre, a las puertas del fin de semana, el AMPA “La Fuente”, del Colegio Fuente del Moral, organizó su particular Halloween con la “Fiesta Terrorífica”. El salón de actos del colegio acogió esta jornada con música, bailes, juegos y todo tipo de diversión, incluido un concurso de disfraces. La iniciativa ha contado además con la colaboración de varios establecimientos del municipio.
