El traslado de la Virgen lleva producié
Casi solapándose con la celebración del carnaval, las diferentes cofradías de pasión de Rute comienzan a organizar sus cultos cuaresmales de cara a la Semana Santa. En concreto, la primera en celebrar estos cultos va a ser la de Nuestra Señora de la Soledad, que ha preparado un triduo para los días 1, 2 y 3 de marzo en la parroquia de San Francisco de Asís. El triduo se oficiará a las ocho de la tarde a cargo del sacerdote David Ruiz, titular de dicha parroquia. Para ello, unos días antes, este sábado, 24 de febrero, se procederá al traslado de la imagen desde su ermita junto al cementerio. Según ha señalado uno de los vocales de la cofradía, Zacarías Jiménez, va a ser algo muy sencillo, con objeto de diferenciarlo claramente del acto procesional en sí del viernes santo.
Justo antes del traslado, se bendecirán las nuevas puertas de la ermita. Las anteriores, de madera, se encontraban en un estado “lamentable, y no se podían ni siquiera restaurar”, en palabras de Francisco Osuna, también vocal de la cofradía. Las nuevas son metálicas, más resistentes y económicas, aunque sólo su confección se ha elevado a 1.400 euros, más la pintura en imitación de madera y los adornos de temática religiosa que lleva añadidos, además de las obras de albañilería. No es el único “estreno” con que cuenta la cofradía, ya que se han encargado de restaurar el oro de la corona de la Virgen, así como la corona de espinas que ésta lleva en la mano, si bien esto último ha corrido por cuenta de un devoto.
Por otra parte, Zacarías Jiménez también se ha referido al Cristo yacente que se encuentra en la ermita y que despertó el interés del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Representantes de esta entidad se trasladaron hasta Rute en mayo del año pasado y tomaron notas y fotografías de todos los detalles de la imagen. Zacarías ha recordado que se trata de un proceso “largo, que puede superar el año”, y si la restauración se lleva finalmente a cabo, “al tratarse de instituciones oficiales, con mucha seriedad, tienen muchas solicitudes”, por lo que ve normal que, al menos hasta dentro de unos meses, no reciban respuesta. Según el vocal, el Instituto no busca la cuestión económica, “sino la artística”, por lo que hacen su trabajo despacio, pero con garantía de calidad y seguridad. Así, dentro de lo prolongado del proceso, “si se aprueba la restauración”, habría que esperar al menos otro año más hasta que la obra estuviera completamente terminada.
