Con motivo de la presentación de la talla restaurada, se llevó a cabo un besapié a Jesús de la Rosa
Al igual que ocurriera con la imagen de la Virgen, de la restauración de Jesús de la Rosa se ha encargado Sebastián Montes Carpio. Ha sido un proceso relativamente rápido, según apuntaba el presidente de la cofradía, Antonio Ortega. Para Ortega era un proyecto “necesario”. Tan pronto como accedieron a la junta de Gobierno se lo plantearon como una prioridad, ya que el presidente entiende que el principal patrimonio por el que deben velar las cofradías es por el mantenimiento de sus imágenes. Por tanto, el arreglo de Jesús de la Rosa también era un reto “muy ambicioso”. De ahí que el restaurador haya estado dedicado “noche y día” a esta tarea en las últimas semanas. La talla se encontraba “bastante mal” y ahora Ortega confía en que dure en buenas condiciones mucho tiempo.
En concreto, se ha remodelado por completo la peana de sujeción de las piernas y se le ha hecho una policromía nueva. Además, los tornillos y las maderas de ensamble estaban muy deteriorados. De ahí que se hayan sustituido por pernos de madera, que van “mucho mejor” para la conservación de la imagen. Esta talla tiene otra particularidad, el hecho de que está articulada para dar la bendición. Por un lado, contribuye al deterioro y a la vez dificulta aún más el proceso de restauración. De hecho, al haber cambiado las articulaciones, se va a intentar que para la próxima Semana Santa el mecanismo de la bendición también sea distinto.
En total, el coste de la restauración del Cristo se ha acercado a los cuatro mil euros, que se suman a los 2.500 invertidos en el arreglo de la Virgen. Con la cruz y las túnicas estrenadas en los últimos años, el patrimonio de la cofradía se ha renovado de forma sustanciosa. Según el presidente, la próxima tarea se centrará en la recuperación de enseres y a medio plazo arreglar el trono de la Virgen.
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