La chirigota “El tiempo entre costuras” logra un segundo puesto en el Carnaval de Córdoba

  • “La murga de Rute” vuelve a escena emulando en su tipo de este año a los integrantes de un taller de confección que trabajan a destajo en Taiwán

La chirigota ruteña ha cuidado todos los detalles en su tipo y la escenografía del forillo

Han vuelto por la puerta grande y con todas las ganas acumuladas tras dos años sin hacer lo que más les gusta: Carnaval. “La murga de Rute”, como reza su nombre genérico, siguen dejando bien alto el nombre de su pueblo por dondequiera que van. Acaban de quedar segundos en la modalidad de chirigotas en el Gran Teatro de Córdoba, pero van a seguir dando puntadas, siempre con el hilo de su ingenio. Ya están en semifinales del Concurso de Málaga (se juegan el pase a la final el miércoles) y en la final de Cabra. El sábado 26 de febrero se les podrá ver en la vecina localidad y en Rute, en el recién estrenado CEMAC Pintor Pedro Roldán. De momento, se han ganado el favor popular en la capital cordobesa y en la Costa del Sol: en Teatro Cervantes y haciendo Carnaval de calle durante el fin de semana.

  • Juanma Cobos ha ganado en oficio y se maneja con maestría a la hora de jugar con las palabras para apelar con ingenio a la conciencia crítica

La joven chirigota no ha visto oxidada su creatividad en tiempos de pandemia. A otra clase de cronología, o a su ausencia, hace referencia su tipo de este año: “El tiempo entre costuras”. Sus integrantes emulan a los miembros de un taller de confección, ubicado… ¡en Taiwán! Allí trabajan a destajo, sin reloj, o al menos sin que éste tenga agujas que pongan límite a su jornada laboral, mientras que repasan a ritmo de 3×4 la realidad del último año en clave de humor.

Pese a la juventud de sus componentes, conforme pasan los años se nota la madurez y el compromiso que Juan Manuel Cobos, autor, director y alma máter de la idea, imprime a la música y sobre todo a las letras. Ha ganado en oficio y se maneja con la maestría de un artesano para jugar con las palabras para hacerlas más reivindicativas que nunca: “Tira bien del hilo y desconfía del patrón que de tu explotación haga un negocio”, aconsejan sus versos.

Denuncia sin salirse del tipo, fiel hasta en el acento asiático, otra marca de la casa, para apelar a la conciencia crítica: “En tela de juicio pon al jefe abusador que no valore tu tiempo de ocio”. En suma, “El tiempo entre costuras” es una invitación a seguir su recomendación, en lugar de su ejemplo: “No des puntá sin hilo, ni seas como yo… un trabajador explotao”. Cuando la crítica se teje con imaginación, el resultado es Carnaval de alta costura.

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