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Con esta iniciativa se pretende rendir homenaje a las personas mayores y las que han perdido la vida durante la actual crisis sanitaria
Rocío Antón, dinamizadora del Club de Lectura de la Biblioteca Municipal
El uso de las nuevas tecnologías no ayuda a preservar nuestra riqueza lingüística. En ocasiones, la brevedad de los mensajes en las redes sociales o en los móviles provoca que caminemos hacia una simplificación del uso de nuestro vocabulario. Con la pérdida de ese vocabulario también perdemos la posibilidad de expresar con precisión nuestros pensamientos o incluso nuestra capacidad de argumentar. Los españoles usamos de media dos mil palabras de las noventa y cuatro mil que existen en castellano. Además, con el paso del tiempo, algunos de los vocablos han caído en desuso; otros ni siquiera los conocemos. En ese contexto, la dinamizadora de la biblioteca y el club de lectura, Rocío Antón, presenta un proyecto de rescate de palabras olvidadas.
- Los interesados en participar pueden mandar un vídeo explicando el significado de su palabra rescatada
La iniciativa llega de manos de la Biblioteca Municipal y va a contar con la participación de diferentes colectivos y colegios. También está abierta a cualquier persona interesada. Lo que se pretende es confeccionar un diccionario virtual de palabras que hemos dejado de utilizar. Son esas palabras que usaban nuestros abuelos y abuelas, e incluso nuestros padres, y que ya no forman parte del argot de nuestra vida cotidiana. La actividad se lleva a cabo con motivo de la celebración del Día del Libro y en homenaje a las personas mayores que han perdido la vida durante la pandemia, y que son nuestros principales transmisores de ese patrimonio oral.
Los interesados en participar podrán enviar un vídeo a biblioteca@rute.es explicando brevemente el significado de una palabra que se quiera rescatar del olvido. Según Antón, no se busca recurrir al diccionario de la RAE, sino definir con nuestros propios términos esos vocablos que usaban y hemos escuchado a nuestros mayores. Los vídeos se pueden mandar durante todo el mes de marzo. Con posterioridad, en abril se subirán al canal de YouTube de la biblioteca, y se compartirán en las redes sociales para que puedan visualizarse. Incluso, quién sabe, alguna de esas palabras quizá de nuevo vuelva a formar parte de nuestro uso cotidiano.
