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Sólo una de las piezas interpretadas en este concierto extraordinario se había tocado con anterioridad
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El director reconoce que para la banda esta cita es algo especial que se mima desde el verano
Dentro de los conciertos que se ofrecen durante el mes de noviembre, el sábado 21 tenía lugar uno muy especial. Todos se enmarcan dentro del Ciclo de Música Clásica, organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento. Pero éste, celebrado en el Centro Cultural Rafael Martínez-Simancas (Ludoteca) coincidía además con la onomástica de Santa Cecilia. Cada año, llegado este día, la Banda Municipal dedica la actuación a la patrona de la música. Su concierto del ciclo se ubica en el fin de semana más cercano al 22 de noviembre, fecha de la onomástica. No es una ocasión especial sólo para el público. El director de la banda, Miguel Herrero, aseguraba que también para ellos es “el concierto más extraordinario del año”. Por tal motivo, se prepara desde que acaba el verano con cierto mimo. Se busca un programa “un poco más atrevido” y por supuesto siempre se da cabida a algún estreno.
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Esa filosofía se ha llevado esta vez al extremo de que prácticamente todo el repertorio era nuevo. Sólo la selección de la zarzuela “El barberillo de Lavapiés” se había tocado antes. Para abrir la noche, se eligió un pasodoble que simbolizaba ese atrevimiento, “Cabalgante Ortiz”, de Juan Manuel Cutiño. Según Herrero, su estructura es “muy moderna” y, lejos del ritmo alegre que se presupone a este tipo de composición, su melodía está marcada por la desaparición de un amigo. Después, el auditorio se deleitó con obras como “La Alhambra iluminada”, una suite en seis movimientos, o el “Capricho Bético” del maestro Valero. Paralelamente a este concierto, el director avanzó que ya tienen preparadas las partituras de villancicos para las fechas navideñas que se avecinan.
