La Asociación de Jóvenes Ecologistas de Zambra hace una limpieza en el paraje del Pantano, dentro de sus actuaciones en el entorno de Rute

Los pequeños recogieron en dos tandas cerca de  veinte bolsas en una zona relativamente pequeña del Poblado del Pantano

Los pequeños recogieron en dos tandas cerca de veinte bolsas en una zona relativamente pequeña del Poblado del Pantano

La Asociación de Jóvenes Ecologistas de Zambra continúa actuando en distintos puntos del entorno natural de Rute. Desde que se constituyó hace dos años han realizado varias actividades de concienciación medioambiental. La última se hizo en la calurosa mañana del 6 de julio. En esta ocasión, el paraje elegido fue el Poblado del Pantano. Según Nuria Matas, dinamizadora de la Biblioteca Municipal de Zambra, donde se gestó la asociación, llevaban un año queriendo hacerlo. Y son conscientes de que es la primera de varias patrullas, “dado que el nivel de suciedad es bastante elevado”. En vista de ello, se trasladó la propuesta a Manuel Sánchez, que cubre las concejalías de Medioambiente y Juventud, “y se ha podido hacer sin problemas”. Para muestra, la acción se limitó a una zona “relativamente pequeña”. Aun así, recogieron cerca de veinte bolsas repletas de basura. Al menos, la decena de menores que estuvo colaborando han sido testigos “del daño que se hace tirando las cosas al suelo”. Matas espera que hayan tomado conciencia “y lo trasladen a los mayores”. La idea es que en el futuro otros jóvenes “se sacrifiquen y aprendan”, aunque, pese al calor, los niños sobrellevaron bien la tarea.

Otra integrante de la asociación que estuvo al cuidado de los pequeños, Blanca Mora, subrayaba que donde más suciedad se acumula es “en las laderas de los caminos”. Por eso, lanzó el mensaje de que, mejor que el campo, se guarde en el coche, porque en un rato se llegará a un contenedor donde depositar la basura. La idea que deja la jornada es que, aunque parezca que por tirar una lata no pasa nada, “cuando cientos de personas lo hacen, al final tenemos lo que tenemos”. Entre esos residuos, Nuria Matas considera especialmente preocupante el cristal, por el riesgo de provocar incendios.

Terminada la recogida, el grupo degustó una paella en el camping La Isla. Porque, al margen de la tarea, la mañana también sirvió para enseñar a los pequeños este singular paraje. Según la dinamizadora, se pretende que los niños conozcan el entorno natural de Rute. De hecho, algunas como Andrea Molina, no conocían este punto. Tanto ella como su compañera Sonia Porras aseguraron sentirse sorprendidas de que se haya acumulado tanta basura y no dudaron en lanzar un mensaje a los adultos para que sean más conscientes de la necesidad de cuidar este entorno.

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