La expedición ruteña disfrutó de los paisajes en el entorno del arroyo Bejarano
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El calendario de actividades de la asociación Anya prosigue su curso. Dentro de las rutas programadas para el otoño y el invierno, el último domingo de noviembre, nueve integrantes de la asociación se trasladaron al arroyo Bejarano. Ya se había recorrido la misma ruta a finales de abril, pero como es habitual en Anya, se vuelve a hacer para que se sumen otros socios. De hecho, de los que estuvieron en abril sólo repitió en esta ocasión el presidente Javier Cansinos, que hizo las veces de guía. La expedición salió de Rute a primera hora de la mañana para dirigirse en coche hasta la capital cordobesa. Y es que la ruta en sí, de carácter circular, parte de un pueblecito del cinturón urbano, Santa María de Trassierra. A continuación, se adentra por un camino en la sierra y en un bosque lleno de encinas. De hecho, según ha explicado una de las integrantes de Anya que la recorrió, María del Carmen Cruz, hay mucha gente que la hace en bicicleta.
El trayecto depara paisajes de gran interés visual, como unas pozas, los baños de Popea o la confluencia con el Guadiato. Además, a lo largo del recorrido les llamó la atención el toparse con una vegetación “frondosa” incluso en esta época del año. No es, desde luego, corriente que, con lo poco que ha llovido hubiera tanta presencia de musgo. Otra de las participantes, Matilde Pérez, reconoce que se sintió “sorprendida”, ya que por un momento tenía la sensación “de estar en una selva”. Matilde Pérez ha vuelto a inscribirse como miembro de Anya después de un tiempo de baja. Por su propia experiencia, ha alentado a la gente a que se sume a las rutas que se organizan, ya que son asequibles a todo el mundo, “incluso los niños”.
Sobre esta cuestión, María Carmen Cruz, como directiva de la asociación, ha querido aclarar que las cuotas se renovaron el pasado verano. Ahora, a falta de poco más de un mes para que acabe el año, muchas personas de Rute interesadas en hacerse socios están preguntando si merece la pena darse de alta en lo que queda de 2013. En este sentido, ha matizado que la cuota cubriría las actividades que se hicieran hasta el próximo verano. Las cuotas de este último año se pagaron realmente en junio, con la correspondiente entrega de camisetas. Por tanto, han decidido que la vigencia de éstas o y las que se hagan ahora se prolongará hasta junio de 2014. De ahí que insista en que se puede disfrutar todavía de muchas iniciativas pendientes en el calendario otoño-invierno. Aunque se detendrá casi por completo en Navidad, nada más comenzar el año hay citas interesantes a la vista.
