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Aparte de los ensayos, en el último año y medio tan sólo habían tenido una aparición esporádica en las Fiestas de San José Obrero de la aldea del Nacimiento
Desde su nacimiento en 2010, llegado el 2 de octubre, la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio siempre ha ofrecido un concierto en honor a su titular y patrón de Rute. La excepción fue el año pasado, en plena pandemia. Ahora, con la evolución de la crisis sanitaria, se ha retomado esta doble cita. Tras la misa del mismo sábado día 2 en Santa Catalina, a la mañana siguiente se ofrecía esta actuación especial. Eso sí, se hizo en espacio abierto. A diferencia de las anteriores, que siempre se habían celebrado en las parroquias, ésta tuvo lugar en el Teatro al Aire Libre “Alcalde Pedro Flores”.
- De la vuelta de las actuaciones y las salidas procesionales dependerá en buena medida la viabilidad económica de la agrupación
Hasta este concierto, la única excepción en este año y medio largo fue una fugaz aparición en las últimas Fiestas de San José Obrero, en la aldea del Nacimiento de Zambra. Con esa salvedad, los encuentros entre los miembros de la formación se han limitado a los ensayos. Aunque suponen un rodaje importante y necesario, faltaba la puesta a punto que, según el director, Mariano Reyes, sólo dan las actuaciones en vivo y las salidas procesionales. No obstante, cuentan con la ventaja de que el núcleo de la agrupación está muy consolidado. Hay una base que da estabilidad y, mientras se asientan las nuevas incorporaciones, compensa las bajas que se puedan dar. Como recuerda, son gente muy joven, que a menudo se marcha fuera de Rute.
El parón ha supuesto que se quedaran sin ver la luz piezas que tenían previsto estrenar u otras de las que han hecho nuevas adaptaciones. Con esa premisa, el concierto ofrecido en el Teatro al Aire Libre constó de cinco marchas: “Santa María de la Esperanza”, “Salve”, “La Saeta”, “La Mudá” y “Estrella reina del cielo”. En la medida en que se intensifiquen las actuaciones en los próximos meses, ese repertorio se irá renovando. Menos probable ve el presidente de la asociación, Pedro Baena, celebrar ahora algunos de los actos previstos por el décimo aniversario, que también se vieron suspendidos.
La idea es mirar adelante, con la vista ya puesta en la Semana Santa de 2022. Para entonces, confían en que, con las medidas necesarias, vuelva a haber procesiones y conciertos. De ello depende en buena parte la viabilidad económica de la agrupación, que sigue siendo delicada. Como recordó el presidente, siempre hay gastos que afrontar, como el alquiler del local de ensayo, y sólo con las cuotas de los miembros apenas si da para “ir tirando mes a mes”.