En el disco colaboran dos músicos recreando coros, percusiones y sonidos a capela
De nuevo Rute ha sido testigo, al menos para un grupo de seguidores, de la presentación de la última entrega discográfica de la cantautora Josephine Foster. La cantante folk norteamericana, aunque afincada en Cádiz, ofreció un concierto acústico en La Cuadra de Adebo. Lo hizo en una noche desapacible, la del miércoles 16 de enero. Pero ni siquiera el mal tiempo logró que un notable grupo de aficionados se resistiera a disfrutar al ambiente intimista y la acústica que ofrece La Cuadra. Foster está vinculada a la asociación ruteña desde que decidiera amadrinar una burrita, “Velluda”. Fue durante la gira de su anterior trabajo, donde recreaba versiones de temas populares adaptados en su día por Federico García Lorca. También entonces vino a Rute para recrear en vivo una selección de dicho repertorio.
Ahora ha vuelto con un nuevo disco, “Blood rushing”, del que interpretó varios temas en este mini-concierto. Entre las composiciones que se pudieron escuchar, hay una dedicada precisamente a “Velluda”. En la grabación de estudio la canción incluye “un cameo” de Pascual Rovira llamando a la burrita. Según el presidente de Adebo, con esta pequeña actuación se intenta retomar la iniciativa que en su momento se denominó “Rebuznos melódicos”. Bajo ese sugerente nombre, desde el año 2001 se ha venido creando “una corriente de simpatía” con los burros a través de la música. Fruto de ella, han venido a Rute artistas tan diversos como Medina Azahara, las Ketchup, Felipe Conde o el pianista Andrés Carlos Manchado. A medio plazo, Rovira ha adelantado que hay contactos para que visiten la reserva el cantaor flamenco Manuel Gerena o la cantante Lorena Álvarez.
Esta última es uno de los artistas con los que colabora Víctor Herrero, marido de Josephine Foster e integrante de la banda que se sube a los escenarios. Pese a que el género con que trabaja la norteamericana es el folk, el abanico de influencias es muy amplio. En la actual gira, por ejemplo, van con un chico alemán y otra cantante belga que se ocupa de los coros. Según Herrero, la variedad de influencias permite enriquecer el folk del que partieron. De esta forma, el estilo va evolucionando “en función de lo que vas experimentando”. Todo ello se puede comprobar en este nuevo disco, donde, después de coquetear en español con los textos lorquianos, Foster vuelve a cantar en inglés. Como ella misma explica, aunque lleve tiempo viviendo en España, el inglés será “siempre” su lengua principal, “la que está en el subconsciente”.
