Algo más de setecientos estudiantes se incorporan al IES Nuevo Scala

  • Son unos sesenta menos que otros años por la creación de dos líneas  de Bachillerato en el instituto Diego de Bernuy, de Benamejí

  • Pese a esa disminución, el centro sigue masificado, puesto que la ratio entre profesores y alumnos es un cupo establecido por la delegación de Educación

Los alumnos de 1º de ESO se han incorporado antes a las clases

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Normalidad ha sido también la tónica en el comienzo del curso de Secundaria en Rute. De forma paralela, se mantienen las reuniones con los padres y madres del alumnado que llega por primera vez al IES Nuevo Scala. Según su director, Juan José Caballero, se pretenden que conozcan “la dinámica del centro”. En las siguientes semanas se completarán los encuentros con el resto de familias. Además, en estos primeros días se entrega al alumnado la agenda escolar, que, como curiosidad, cuenta con una portada y contraportada elaboradas por los propios estudiantes. Caballero ha insistido en que la agenda es un instrumento “esencial” de contacto entre las familias y el centro.

Pese a esa normalidad, el actual curso presenta notables novedades. La más significativa es que la delegación de Educación ha concedido dos líneas de primero de Bachillerato al IES Diego de Bernuy, de Benamejí, que se ampliarán el próximo año a dos de segundo. Este centro está adscrito al de Rute, de manera que su alumnado, cuando terminaba la ESO, proseguía el Bachillerato en el IES Nuevo Scala. En torno a sesenta escolares de este municipio, de Palenciana y de Encinas Reales ya no harán el Bachillerato en Rute. Sí continúan aquí, en cambio, los de segundo y aquellos repetidores de primero que tenían la opción de elegir a la hora de matricularse.

Para el próximo curso, en principio, ya no habría estudiantes de estos pueblos, aunque sí de Iznájar y Cuevas de San Marcos, cuyos institutos se mantienen adscritos al ruteño. Esa disminución de estudiantes no se ha traducido en una menor masificación de las aulas. La ratio viene marcada por la delegación, según cada nivel. En el Bachillerato es de 35 alumnos por clase. Hasta que un grupo no supere el 10% no se crearía una línea más. Así, el instituto depara, en palabras de Caballero, una ratio “muy complicada”, porque está en 36 estudiantes. A falta de completar las matrículas de algunas enseñanzas como los ciclos formativos, la cifra de matrículas es algo superior a setecientas.

La plantilla es de 57 profesores, seis menos que el curso anterior. Es el cupo que corresponde a las 27 unidades de este año, cuatro menos. A las dos que se han perdido en Bachillerato hay que sumar otras dos en primero y cuarto de ESO. El director aclara que la disminución por cuestiones de ratio se ha visto “amortiguada” por la decisión de la Consejería de Educación de recuperar una hora lectiva por profesor a la semana. De veinte se ha pasado a diecinueve, lo que se traduce en que se necesitan más profesores. De esa plantilla, tan sólo falta que se incorpore una maestrea de Pedagogía Terapéutica.

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