Este artículo lo queremos dedicar a nuestro compañero Juan Félix. Su muerte prematura nos ha dejado a todos con una tristeza y un vacío que difícilmente podremos verbalizar en estas líneas. Y cuando decimos a todos es porque, efectivamente, no nos referimos solo a sus compañeros de IU, que lo recordaremos siempre. Ni solo a sus compañeros de corporación que han compartido con él tres legislaturas. Ni solo a sus compañeros del club de fútbol de Rute. Ni solo a sus compañeros de trabajo durante tantos años en Samafrava. Ni solo a los que compartieron con él el mundo cofrade en la cofradía de la Virgen del Carmen, etc, etc. Si decimos que en todos se ha producido un gran vacío es porque Juan Félix ha compartido la vida con muchas personas de Rute y todas están notando su gran pérdida.
Por eso, cuando ha llegado la hora de escribir este artículo, su temática no podía ser otra que el reconocimiento a su memoria y a su trayectoria. No nos importa en este momento el ataque político a nuestros oponentes en el Ayuntamiento. No nos importa la política municipal o nacional para dedicar estas líneas a su defensa o ataque. No nos importa el PP ni el PSOE. Ahora hay un tema más importante, una deuda contraída con nuestro compañero a lo largo de muchos años y una necesidad de pagar esa deuda dedicándole humildemente estas palabras en las que queremos poner todo nuestro cariño y todo nuestro reconocimiento.
Es cierto que estas líneas están reservadas para las opiniones de los grupos políticos que forman parte de la actual corporación municipal, es decir, es un apartado dedicado a la política. Pero si nos fijamos bien, la política consiste en participar en la vida pública, en interesarse por nuestros vecinos y por el mundo que nos rodea, en no quedarse indiferente ante las cosas que pasan sino tomar partido por ellas y luchar por aquello que creemos mejor, no para nosotros mismos sino para todos. Y así entendido, si hablamos hoy de Juan Félix estamos hablando de política, pero de Política con mayúscula. De la verdadera política.
Juan Félix nos ha dejado a todos el ejemplo de lo que es un buen ciudadano. Cuando tanto se habla de la ciudadanía y de que tenemos que inculcar esos valores en los jóvenes, no podemos olvidar que un buen ciudadano es el que respeta a los demás y el que lucha por mejorar las cosas y sobre todo el que participa en la vida pública y social de su colectividad. Y Juan Félix, mejor que nadie cumplió con esos criterios de ciudadanía. Sin enfrentarse a nadie formó parte de la vida política y social de Rute y dejó un gran ejemplo de lo que todos deberíamos ser para que la sociedad funcionara: deberíamos ser generosos, trabajadores, entusiastas, idealistas, camaradas, responsables, desinteresados, buenos vecinos y buenos ciudadanos. Eso ha sido Juan Félix. Esa es su historia y su legado que debe servirnos a todos de ejemplo y de modelo.
Desde Izquierda Unida, solo podemos decir que nos sentimos orgullosos de que nos escogiera. De que haya sido nuestro compañero y nuestro amigo. De haberle tenido entre nuestras filas durante tanto tiempo y de haber compartido con él tantas ilusiones y tantos quebrantos también. Por eso siempre estará con nosotros y su recuerdo y su ejemplo serán el motor que nos lleve a seguir trabajando e intentando hacer las cosas bien. Por el bien de Rute (como él quería), por no defraudar su memoria, (como todos esperamos), por seguir su ejemplo (como a todos nos gustaría) y porque siempre estará en nuestro pensamiento y en nuestros corazones (como todos sabemos).
Gracias Juan Félix y hasta siempre compañero.
