Ilusión es la palabra que define mejor el estado de ánimo de muchas personas en nuestro país después del acuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos.
Han sido muchos meses de incertidumbre, de estrategias políticas más o menos acertadas, de oír una cosa un día y la contraria al día siguiente y de egos con más soberbia que entendimiento. Muchos días en los que los españoles han estado viviendo a la espera y haciendo más combinaciones que los propios políticos.
Pero, después de todo esto, y a pesar de las posibles desconfianzas que los dos partidos en el gobierno puedan tenerse, lo importante es lo que ocurra a partir de ahora. Porque, efectivamente, la única forma de que todos olvidemos todo lo que se ha dicho y hecho es trabajando, y trabajando bien. Y es en eso en lo que radica la ilusión de la que hemos hablado al principio.
Oímos a muchas personas quejarse, poner objeciones… al nuevo gobierno. Y es lícito. Pero escuchamos a muchas más hablar de ilusión, de oportunidad, de esperar a ver qué ocurre. Nunca habíamos tenido en nuestro país un gobierno como este, por lo que todo está por escribir. Un gobierno en el que, por primera vez, un partido de izquierda está gobernando (y me refiero a partidos a la izquierda del PSOE). Ya no se trata de que votemos a la izquierda pero sabiendo que no gobernará. Ahora sí gobernará y esto crea una enorme ilusión en la gente y también, una enorme responsabilidad en los dos partidos de gobierno. Somos conscientes de que no se podrá hacer todo, pero la diferencia se debe notar o habremos fracasado quizá para siempre.
Desde nuestra organización política, confiamos en el trabajo que Alberto Garzón pueda hacer en este gobierno. Fue el único que apostó por el entendimiento desde las primeras elecciones, aunque Unidas Podemos no ocupara ningún cargo. Esto le desvincula de cualquier pensamiento de interés personal o partidista. Probablemente sea el único que pueda decirlo. En cambio, tanto PSOE como el líder de Unidas Podemos, miraron más los intereses particulares y nos llevaron a unas segundas elecciones que no han servido más que para empeorar los resultados de ambas formaciones y para poner a un partido ultraderechista como Vox en una posición muy ventajosa.
Por todo eso, ahora no se puede fallar. Ahora hay que demostrar que hay un proyecto coherente y que hay una nueva forma de hacer política. Y en esta nueva forma, quizá lo menos sea más. Me estoy refiriendo a temas como el medio ambiente, la igualdad, el consumo, las nuevas tecnologías… temas que ahora han cobrado una importancia trascendental. Así mirado, la cartera de consumo que dirigirá Alberto Garzón, tiene un gran papel en la vida actual. Porque en nuestra sociedad de consumo, son muchos los problemas a los que nos enfrentamos los consumidores como la información engañosa, el consumo de productos perjudiciales para nuestra salud, el abuso en precios y un largo etcétera. Continuamente estamos interesados en qué producto puede ser mejor para nuestra salud, para nuestra economía, para el medio ambiente. Son temas cercanos, reales, alejados de lo que siempre hemos entendido como temas políticos (Cataluña, Constitución….). Cada vez queremos tratar asuntos más cercanos, reales, que podamos conocer de primera mano, y ahí están temas como el consumo.
Hay mucho trabajo que hacer y, si se hace bien, influirá de forma beneficiosa en nuestro día a día. Para eso precisamente está la política y están los políticos. Y ahí está Izquierda Unida.
¡DESTACAMOS!
