Los colegios Ruperto Fernández Tenllado y los Pinos despiden el curso por todo lo alto

  • Las fiestas de fin de curso la han protagonizado los bailes de los alumnos y alumnas de los centros, y las despedidas

  • Este ha sido el último curso escolar de las señoritas María Reina, María Bermúdez, Ana Victoria Molina y María del Carmen Arcos

Los alumnos de sexto curso se despiden del centro con la interpretación de clásico de John Travolta y Olivia

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Justo ayer, día 22 de junio, se daba por concluido el presente curso escolar en educación Infantil y Primaria. Y también ayer los colegios públicos Ruperto Fernández Tenllado y Los Pinos celebraban su tradicional fiesta de fin de curso. Ante todo han estado protagonizadas por los bailes que durante las últimas semanas han preparado los alumnos y alumnas de estos centros. Han sido unas jornadas de convivencia, emotivas y de despedida. Por un lado la de los escolares de sexto curso, de ambos centros, que culminan una etapa escolar. Y por otro lado, la de los maestros. Para algunos llega el momento de la jubilación tras décadas dedicados a la enseñanza. Es el caso de las maestras de Ruperto Fernández: María Reina y María Bermúdez. También la señorita de religión Ana Victoria Molina, deja su magisterio. Las tres han recibido el cariño del resto de sus compañeros, de los alumnos de ahora, e incluso de algunos que ya son padres o madres.

María Reina ha estado treinta y nueve años dedicada a la educación. Su despedida del centro, supone para ella “un momento lleno de sentimientos y emociones difícil de explicar”. Reina asegura que “este colegio ha sido como su segunda casa”. De hecho, aún recuerda cómo vio “poner la primera piedra” y los muchos años que en él ha pasado. Por eso se siente muy agradecida  y vinculada a sus alumnos y alumnas. Se muestra convencida de que “eligió la profesión más gratificante de todas cuantas pueda haber”. También ha querido agradecer a los padres la confianza que han depositado en ella “dejando en sus manos a su bien más preciado, sus hijos”. Y por supuesto se ha referido a sus compañeros con quienes siempre se ha sentido a gusto. Su compañera María Bermúdez, dice que los años de su magisterio “han sido muy bonitos”. Admite que “cuesta decir adiós”. “Resulta difícil”, afirma Bermúdez, “dejar atrás las vivencias y recuerdos de cientos de niños y niñas y de los profesores con los que han convivido durante décadas”.

La señorita María del Carmen Arcos recibió el calor y reconocimiento de toda la comunidad escolar

En el colegio de los Pinos este ha sido el último año de una de las maestras más queridas e implicadas en el centro, María del Carmen Arcos. Durante la fiesta de fin de curso de este colegio la homenajearon por todo lo alto. Los padres y alumnos le cantaron, le leyeron escritos y poesías que habían preparado para la ocasión y la obsequiaron con un ramo de flores. Ella, notablemente emocionada, agradeció el cariño y afecto recibido. Según el director de este centro, José María Henares, “se va una profesional como la copa de un pino”. Henares asegura que “la echarán mucho de menos y le desean lo mejor en su nueva etapa”. Respecto al curso, José María Henares, hace un “balance muy positivo”. Pues, no sólo se ha cumplido con las enseñanzas obligatorias. Además se siente “satisfecho porque el centro se ha implicado en infinidad de actividades” que considera “han complementado el aprendizaje y la formación del alumnado”. No obstante, también afirma que “ha sido un curso  complicado”.

Según Henares el cumplimiento de la Lomce ha conllevado una serie de cambios que han afectado a la dinámica de los centros. En concreto en suyo debido a “los concursillos”, que ha permitido la movilidad del profesorado, se ha contado con siete compañeros nuevos. Ahora no se sabe si estos continuarán el año que viene. Por tanto esto, a priori, plantea “incertidumbres”. También José María Henares se ha referido a la impartición de la modalidad de francés. El director considera que introducción de nuevas lenguas “es positivo”. Aunque matiza que “esto conlleva que se disponga de menos tiempo para dedicar a otras materias instrumentales, como la lengua o las matemáticas”. Además ha informado de que “la incorporación del francés ha provocado, ante la falta de especialistas suficientes, que se cuente con  docentes que llevaban cuarenta años sin impartir esta materia”. Pese a todo considera que el curso ha ido bien y que ahora toca descansar y disfrutar de las vacaciones.

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