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El maestro pastelero catalán dejó patente su arte y su creatividad con las reproducciones a escala de los principales monumentos de nuestra comunidad autónoma
El pasado 8 de abril fallecía a los 87 años el maestro pastelero Luis Muixì en su localidad natal de Balaguer (Lérida). Su vinculación con Rute se remonta a principios de este siglo. En 2001 abría sus puertas el “Museo del Azúcar”. Con él, la firma La Flor de Rute creó una sala en la que se exponían monumentos de nuestra comunidad reproducidos a escala. Para ello, apostó por las habilidosas manos de este artista catalán, dos veces campeón de Europa de pastelería y profesor en la Escuela de Pastelería de Barcelona. Junto a estos méritos, su fama había crecido gracias sus reproducciones en azúcar y chocolate de la catedral de la Sagrada Familia de Barcelona o la Piedad de Miguel Ángel. Buena parte de su obra creativa se puede ver en el Museo del Chocolate de Barcelona y su confitería de Balaguer.
- Cuando se completó la galería, el maestro pastelero dejó su impronta en otros monumentos y en figuras de personajes como Dalí, Picasso o Lola Flores
Año tras año, de la mano de Muixì, la galería “Andalucía en azúcar y chocolate” fue tomando forma hasta que cada provincia estuvo representada con al menos uno de sus monumentos más emblemáticos. Comenzó con la Giralda y la Torre del Oro, de Sevilla, y los arcos de la Mezquita de Córdoba. De forma sucesiva, en cada campaña navideña fue incorporando el Cristo de los Faroles de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Alcazaba de Almería. El realismo de estas creaciones ganaba enteros con el colorido y su iluminación interior. La única excepción de esta etapa fue el popular “Cenachero” de Málaga, elaborado íntegramente en chocolate.
El maestro pastelero dejó su impronta creativa en otras facetas. Por un lado, continuó la recreación de monumentos de más allá de nuestras fronteras, reales, como la Basílica del Vaticano, o imaginarios, como el Castillo de Disney. De forma paralela, se adentró en la reproducción de figuras carismáticas. De esta forma, las nuevas salas del museo albergaron reproducciones a tamaño casi natural de Dalí, Picasso, Michael Jackson, Lola Flores o la Duquesa de Alba. La idea que compartían en La Flor era apostar por personajes que perduraran en el tiempo. Así, en 2012 se cumplieron cincuenta años de la firma de dulces de navidad y del fallecimiento de Marilyn Monroe. Por tal motivo, la figura que se incorporó a la galería fue la de la legendaria actriz estadounidense.
Durante todos los años que colaboró con La Flor Luis Muixì no dejó de venir a Rute. Él mismo se encargaba de restaurar sus obras si habían sufrido algún desperfecto o deterioro por el paso del tiempo. Después, los achaques de la edad acabaron por reducir la colaboración con la empresa y el gerente, Juan José Garrido, tomó el relevo en la elaboración de figuras a escala. Sin embargo, nunca cesó la buena relación con este artista catalán. En sus visitas, siempre se mostró como una persona afable, sencilla y de conversación fácil e ingeniosa. Los responsables de La Flor lo recuerdan así, como alguien que nunca hizo alarde al hablar del verdadero talento que atesoraba.
