Excelente papel de Lydia Arcos en el campeonato de Europa de tenis de mesa

Lydia Arcos en el pabellón de Rute Gregorio Piedra

Lydia Arcos en el pabellón de Rute Gregorio Piedra

La ruteña Lydia Arcos ha subido un nuevo peldaño en una trayectoria corta hasta ahora, pero que parece que sigue sin tocar techo. Su último reto ha sido el campeonato de Europa de tenis de mesa para alevines, celebrado el 28 de agosto en Estrasburgo (Francia). Pocas jugadoras con un recorrido aún tan incipiente pueden presumir de haber sido convocadas por la Selección española para una cita de estas características. El hecho de estar allí ya era de por sí “un premio”, tal y como había apuntado su padre y entrenador, Diego Arcos. Lydia había confesado antes de salir de Rute que “soñaba con ganar un partido”. Pues bien, no ha sido uno sino cuatro de los nueve que ha disputado. Además, dos de las derrotas fueron por la mínima y en ningún parcial recibió una “paliza”, como sí se vio en otros encuentros.

No está mal para un debut en un torneo de esta envergadura. Hay que tener en cuenta que, dentro del hueco que se ha hecho la jugadora ruteña en el panorama nacional, España no es ni de lejos uno de los países de referencia en el tenis de mesa europeo. Quienes marcan la pauta son otros como Alemania o Francia, y sobre todo los países del Este, como Rumanía o Rusia, donde incluso los estudios se subordinan en muchos casos a este deporte y hay niños que llegan a entrenar hasta seis horas diarias. Por si no hubiera suficiente nivel, la organización invitó a la gran potencia, China, que, como era de esperar, ha arrasado.

Diego Arcos insiste en que han ido “a aprender, ver cómo entrenan en otros sitios y qué hacen mejor que nosotros”. En definitiva, conocer de cerca una organización “con una complejidad enorme”, para quinientos jugadores, algo a lo que en España aún no estamos acostumbrados. En efecto, la situación aquí dista mucho, por ejemplo, de Alemania, donde, “sin llegar a ser como el fútbol, el tenis de mesa llena pabellones”. Por eso, confiesa que se quedaron “alucinados” ante semejante despliegue de medios.

En lo meramente deportivo, y en el citado contexto, Lydia se había mentalizado para ir “a divertirse”. La ruteña tuvo que enfrentarse a jugadoras de Holanda, Francia y Bélgica, y “por suerte” se libró de jugar contra una china. Además, se topó con un estilo diferente al que ella está acostumbrada. Su padre ha explicado que en España “ha triunfado” la teoría de usar gomas lisas entre los niños, que favorece el juego ofensivo, mientras en estos sitios emplean otro tipo de materiales que potencian la defensa “y lo hacen muy bien”. Eso sí, a las jugadoras españolas las obligaba a “improvisar otra estrategia”.

De esta forma, la joven ruteña continúa haciéndose con un nombre en el panorama nacional, habiendo pasado en apenas dos años de ser casi una desconocida a partir entre las favoritas cuando se juega un campeonato en nuestro país. Así sucederá en el interterritorial de finales de septiembre. Ya de vuelta en Rute, afronta esta cita sabiendo que enlazará casi directamente con la próxima temporada, con el inicio de la liga en el mes de octubre

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