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Se trata de una enfermedad aún poco conocida que desgasta los huesos, pero que es difícil de detectar antes de que ese debilitamiento provoque una fractura

El 20 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que desgasta y debilita los huesos. Su fragilidad extrema puede desembocar en fractura. Pese a sus riesgos y consecuencias, es una enfermedad hasta cierto punto poco conocida y tratada. Para arrojar algo de luz y concienciar sobre la salud ósea, en Radio Rute se ha ofrecido un especial monográfico sobre esta enfermedad. La iniciativa partió la asociación de fibromialgia y dolor crónico “Positívate”. Su presidenta, Ángeles Caballero, ha compartido mesa con tres profesionales del Centro de Salud de Rute: su director, Miguel Ángel Fernández, el médico de familia Sebastián García y el fisioterapeuta José Antonio Puerto.
- Frente a la ausencia de síntomas de la osteoporosis, la diferencia más notable con la artrosis es que ésta sí duele
Fernández ha descrito que la osteoporosis está ligada a diversos factores, desde calidad de vida a otros ambientales. La pérdida de hueso es asintomática y no se percibe hasta que se produce la fractura. Las más comunes son de cadera y columna. Las vértebras se van desgastando y pueden provocar el aplastamiento de una sobre otra. La osteoporosis es uno de los motivos más comunes de la atención primaria, al ser una enfermedad prevalente. En 2019 la sufrían tres millones de personas en España, de las que el 80% eran mujeres. Entre los factores de riesgo, Sebastián García relata que se encuentran el déficit de ejercicio, la menopausia precoz o la anorexia nerviosa son algunos de los factores de riesgo, la diabetes de tipo 1 o la ingesta de medicamentos como los que consumen quienes han padecido cáncer de mama, incluso el omeprazol.
En consonancia con lo que había apuntado el director del centro sobre la ausencia de síntomas, el médico apostilla que una diferencia notable con la artrosis es que ésta “sí duele”. Como contrapunto, los citados factores de riesgo pueden servir de alerta. El director añade hábitos para ayudar a prevenirla, como la supresión del alcohol o el tabaco, así las como dietas hiperproteicas. Su eliminación debe ir acompañada de una dieta equilibrada, que a veces deberá ser reforzada con una medicación adecuada. También es recomendable una exposición moderada al sol.
El médico advierte que no necesariamente con la menopausia hay que tomar medidas, y menos aún medicarse. A partir de los 50 años conviene someterse a una densitometría, que es la prueba que detecta la osteoporosis. En cualquier caso, García admite que falta uniformidad y consenso en este aspecto. La propia Ángeles Caballero subraya que a menudo los pacientes no se sienten escuchados. José Antonio Puerto confirma que cuando un paciente llega a la sala de fisioterapia no llega con un diagnóstico de osteoporosis, sino ya con alguna rotura. En estos casos apela a la higiene postural. A menudo, personas de cierta edad son cuidadoras de otras mayores, con el riesgo añadido de malas posturas. Junto a los ejercicios, es fundamental la magnetoterapia.
Los profesionales asumen que será difícil que alguien no desarrolle artrosis u osteoporosis. De lo que se trata es de minimizar su impacto. En este sentido, Sebastián García añade que cuando alguien sale del hospital con el diagnóstico, debería llevar de antemano un tratamiento, con medicamentos que sólo puede recetar el especialista. La presidenta de “Positívate” lamenta de que los pacientes no dispongan de herramientas. Los médicos las tienen, pero a menudo no pueden usarlas. Caballero ha animado a que la gente que sufra osteoporosis o artrosis, además de dirigirse al Centro de Salud, también acuda a la asociación. Sus miembros no pueden aportar soluciones médicas, pero sí contribuir a cambiar la actitud y no quedarse en casa.