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Con una plantilla corta, de sólo ocho jugadoras, y un próximo curso marcado por la Selectividad, el grupo que entrena Antonio Jesús González ve difícil su continuidad
Balance de temporada del equipo senior femenino del Club Baloncesto Rute
La temporada deportiva toca a su fin en buena parte de las competiciones regulares y la mayoría de las secciones del Club Baloncesto Rute han terminado ya. El equipo senior femenino lo hacía en casa, en el Pabellón Gregorio Piedra, el pasado 19 de mayo. Para esta sección podría no ser sólo un punto y aparte hasta después del verano. Es más que probable que estemos asistiendo a un “fin de ciclo”, al menos con el núcleo de jugadoras que han conformado el equipo durante los últimos seis años. Es, pues, la sección más estable del club junto al equipo cadete masculino, que en esta campaña ha sido el que más alegrías ha dado a la afición.
- Han tomado esta decisión por pura responsabilidad, ya que no quieren comprometerse para luego no poder cumplir
Como otras anteriores, la actual ha sido una temporada difícil, pero la 2024-2025 se presenta aún más exigente. Por más que hayan competido en categoría senior, todas las integrantes son junior de primer año. Su entrenador, Antonio Jesús González Herrerías, explica las limitaciones de la competición. El caso de Rute no es único. La escasez de equipos en estas edades llevó a aunar en una misma categoría dos grupos de junior, uno de más nivel y otro algo inferior, más un tercero senior.
Los problemas para crear una liga regular retrasaron el comienzo y algunos equipos se dieron de baja. Ana Carmona recuerda cómo en ocasiones iban a entrenar sin saber siquiera cuándo sería el siguiente partido, con el plus de motivación que conlleva. Su compañera Irene González añade que hubo que hacer tantas combinaciones en el calendario que, una vez empezada la liga, se incorporaron otros equipos. Aun así, hubo fases en que jugaban cada tres o cuatro semanas.
De los que siguieron, la mayoría, con excepciones en la capital, lo hicieron con plantillas cortas. La ruteña apenas si la conforman ocho jugadoras. De por sí, serían pocas ante el riesgo de cargarse de faltas personales. A ello se une que en cualquier momento puede haber una baja por lesión u otra causa. Alguna vez han acudido a los partidos con el quinteto justo para jugar y otras han tenido que “tirar de cantera” y reforzarse con niñas del infantil, ya que no hay una generación cadete intermedia.
Esas limitaciones han sido el sino de ese grupo que se ha mantenido contra varias adversidades y hasta una pandemia de por medio. Ahora, en cambio, afrontan un próximo escolar decisivo, como es segundo de Bachillerato. Se juegan, con la Selectividad en el horizonte, su futuro formativo y profesional. Y por eso mismo, son conscientes de que no van a poder sacar ese tiempo que con tanta fidelidad han dedicado al baloncesto y que, en parte también, les supone una válvula de escape para desconectar del estudio. Es de hecho un ejercicio de responsabilidad el que las ha llevado a tomar esta decisión. No quieren comprometerse para luego no poder cumplir.
El técnico destaca que ese compromiso ha sido una constante. Salvo periodos como los de exámenes, la regularidad ha sido la tónica en los entrenamientos. Gracias a ello, ese grupo al que empezó a formar cuando eran jugadoras de minibasket ha ganado en calidad y fundamentos técnicos, y ha aprendido a competir. Los resultados no siempre han acompañado, pero han llegado a tutear a cualquiera de sus rivales, incluso los equipos a priori inalcanzables de la capital como El Carmen o Maristas. No obstante, tenían claro que el objetivo era formarse y disfrutar con el deporte. Se quedan con ese buen sabor, a la espera de ratificar esa decisión de no seguir en competición.
La determinación es conjunta: por parte de las jugadoras, del cuerpo técnico y de los padres y madres. No descartan reunirse ocasionalmente y disputar algún amistoso. Les serviría para matar el gusanillo, pero sin la exigencia de la dinámica de entrenar y jugar todas las semanas. Para Antonio Jesús González también sería un punto y aparte como entrenador. Se incorporó al organigrama del club como refuerzo de Antonio Henares, pero en principio descarta coger las riendas de otra sección. Sí ha adelantado que le gustaría enrolarse en algún equipo de localidades próximas, pero como jugador.