El equipo de raid de Los Lagartos logra dos segundos puestos en el Rogaine de Olivenza

  • Se trata de una prueba de orientación con carrera a pie que se ha celebrado en esta localidad extremeña

  • La diferencia con el raid es que aquí el objetivo es encontrar el mayor número posible de balizas en un plazo de tiempo determinado

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Galisteo y (de rojo a la izquierda) compitieron por equipos, mientras que Cantos lo hizo en individual

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Hasta tierras extremeñas se desplazaba el equipo ruteño de Los Lagartos. Aunque habituales del mundo de los raids, en esta ocasión no lo han hecho para una cita de este tipo, sino para el Rogaine de Olivenza. El rogaine guarda algunas similitudes con el raid, pero tiene identidad propia. Ambos son pruebas de orientación hechas por lo general en entornos naturales. Pero mientras el raid contempla pruebas como el tiro con arco, los patines o la tirolina, el rogaine se centra “sólo” en la carrera. Otra diferencia fundamental es que, básicamente, el raid consistiría en encontrar un número de balizas concreto en el menor tiempo posible. En el rogaine, en cambio, el tiempo está limitado. Se colocan balizas de sobra y el objetivo es encontrar el máximo en ese plazo establecido.

  • Puesto que si alguien se excede del tiempo es penalizado, la estrategia desempeña un papel clave
  • Aunque llevaban un buen ritmo, la meteorología les hizo retrasarse en la vuelta

Antes de acudir a tierras extremeñas, Los Lagartos se habían desplazado desde Rute hasta la localidad sevillana de Aznalcázar. Allí se celebraba el Campeonato de Andalucía de Raid, que les sirvió de preparación para  la cita de Olivenza. Los ruteños habían decidido participar en este rogaine por la amistad que les une con los organizadores, Alcor Extremadura. En este caso, la prueba estaba delimitada en cuatro horas. Uno de los integrantes del equipo, José Antonio Puerto, ha explicado que es casi imposible localizar todas las balizas. Para encontrar el mayor número y guardar un tiempo para volver, la estrategia es más importante si cabe que en el raid. De hecho, si alguien se pasaba de las cuatro horas era penalizado. Y si, aun pasándose, se excedía de las cuatro horas y media, directamente quedaba descalificado.

Puerto confiesa que pecaron “de imprudencia”, precisamente porque se les echó el tiempo encima. Más bien, no contaban con que la lluvia les haría retrasarse más de lo previsto, porque durante el score urbano y la parte de montaña llevaban un buen ritmo y estaban dentro de plazo. Sin embargo, al final estuvieron a punto de sobrepasar la media hora que hubiera supuesto su descalificación, ya que se demoraron en 26 minutos. Aun así, con la penalización correspondiente, lograron un doble segundo puesto, en individual y por equipos. Por equipos estaban el propio José Antonio y Antonio Galisteo, mientras que a Antonio Miguel Cantos le tocó participar en solitario.

Habían optado por repartir así los papeles, en vista de la forma en que cada uno se hallaba. Por lo demás, la preparación no ha distado en exceso de la de un raid. Ni siquiera han dejado de entrenar con bicicleta. Lo que han reforzado ha sido la carrera en montaña, saliendo a correr a diversos puntos del entorno de Rute como los Chopos, el Pamplinar o la misma sierra. Antes de que acabe 2016, a primeros de diciembre van a Comares para un raid a pie. Cerrarán un año en el que también habían quedado segundos en el Campeonato de España, celebrado a una sola prueba, segundos en la Liga Andaluza y quintos en la Liga Nacional, mermados por la baja de Antonio Miguel.

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