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Como norma general, es necesaria en espacios cerrados de uso público y en aquellos lugares al aire libre donde no se pueda garantizar la distancia de seguridad
La farmacéutica Araceli Roldán aclara qué mascarillas son válidas y su uso más adecuado
Como en el resto del país, en Rute también está ya en vigor la nueva normativa sobre las mascarillas. A partir de ahora, deberán llevarse en espacios cerrados y en la calle cuando no se pueda garantizar una distancia mínima de dos metros. La mascarilla es obligatoria para mayores de 6 años, y recomendable para niños de entre 3 y 5. La norma contempla varias excepciones. Son los casos de quienes presenten alguna dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su utilización, o cuando su uso resulte contraindicado por motivos de salud o discapacidad, debidamente justificados. Tampoco se exigirán en actividades incompatibles como las deportivas, o por causa de fuerza mayor o necesidad.
- La farmacéutica apela al buen uso de la mascarilla, que debe servir para frenar la pandemia y no para evitar sanciones
Junto a la generalidad y las excepciones, el jefe de la Policía Local, Antonio Flores, ha repasado otras situaciones concretas. Así, en un vehículo con personas convivientes, no será obligatoria. En caso contrario, sí. Tampoco sería obligatoria en bicicleta, por ir solos, o en motocicleta por requerirse el casco. Flores resume que la mascarilla pasa a ser “como un complemento de vestuario más”. No siempre será necesaria, pero sí conviene llevarla en todo momento. Por ejemplo, en la calle, si vamos solos, no sería obligatorio tenerla puesta, pero sí colocársela “si alguien se acerca”. En los bares podría no usarse cuando se respeten las distancias estipuladas en cada caso.
En cuanto a los tipos, la orden ministerial indica que preferentemente sean higiénicas y quirúrgicas, y que cubran nariz y boca. Araceli Roldán, responsable de la Farmacia Fuente del Moral, ha explicado las diferencias entre los distintos modelos y cuáles son más recomendables. Aparte de las higiénicas y quirúrgicas, están las filtrantes. Siempre conviene saber en qué ámbito se va a utilizar. Una persona totalmente sana tendría con una mascarilla higiénica. Si hay sospecha de estar contagiado, sería necesaria la quirúrgica. Y por último, en un grado superior estarían las filtrantes, “pero siempre sin válvula de exhalación”, porque con ella la persona contagiada puede expandir el virus.
Las quirúrgicas son de un solo uso. Las filtrantes pueden ser reutilizables o no. Su vida útil dependerá del contexto en que se utilicen. Para ello, apela al sentido común, porque un mal uso “puede conllevar males peores”. Antes de tocar la mascarilla, hay que lavarse manos. A continuación, se pone con la ayuda de la gomilla procurando no tocar la zona más cercana a la nariz. En cuanto a las desechables, hay que depositarlas en la basura orgánica, no con el material reciclable. Como conclusión, subraya que la mascarilla debe servir “para frenar la pandemia, no para evitar sanciones”.