El vertedero de escombros de Rute está construido sobre una vía pecuaria

Instalaciones del vertedero de Llanos de Don Juan

Instalaciones del vertedero de Llanos de Don Juan

15/01/07 13:00
RADIORUTE.COM

El centro de residuos inertes de Llanos de Don Juan, conforme recicla escombros, genera polémica, o cuando menos sorpresas, y no siempre agradables. La última noticia al respecto es que el vertedero de esta pedanía de Rute está construido en parte de su planta sobre una antigua vía pecuaria. Este hecho, lejos de ser anecdótico, ha impedido hasta la fecha la concesión de la autorización ambiental integrada que concede la Delegación de Medioambiente. Francisca Carmona, presidenta de la empresa provincial Epremasa, ha lamentado que en su momento nadie avisara de que “allí había una vía pecuaria, ni nadie hiciera un informe de impacto medioambiental”. Con todo, y pese a esta falta de autorización, para Carmona lo importante no es que se tarde más o menos en obtener los permisos pertinentes, sino en que se dé respuesta a las demandas de los ciudadanos y que se cumpla con la legalidad.

El de Rute no es el único caso problemático para Epremasa: la empresa provincial sólo tiene actualmente tres centros de recepción de escombros (Bélmez, Fuente Palmera y Montemayor) con autorización ambiental integrada, un permiso que deben conseguir “todas” las instalaciones, ya sean públicas o privadas, cuya actividad genera un volumen más o menos importante de residuos contaminantes. La Ley 16/2002, de 1 de julio de ese año, de prevención y control integrados de la contaminación, establece en su artículo 9 que la construcción, montaje, explotación, traslado o modificación sustancial de las instalaciones en las que se desarrolle una actividad contaminante deberá someterse a dicha autorización. La referida norma incluye una relación pormenorizada de vertederos y actividades industriales contaminantes, entre los que cita “vertederos de todo tipo de residuos que reciban más de 10 toneladas por día o que tengan una capacidad total de más de 25.000 toneladas, con exclusión de los vertederos de residuos inertes”.

Según Francisca Carmona, el resto de las plantas tiene presentada la solicitud correspondiente en tiempo y forma (antes del 1 de enero de este año) y sólo en dos (Montoro y Rute) existen problemas que se están intentando solventar. La razón, en opinión de la diputada, para que no se haya concedido el permiso puede estar en que la propia Delegación de Medio Ambiente acumula cierto retraso en la expedición de las autorizaciones. En el caso de Rute, además, el expediente se encuentra paralizado por la mencionada ocupación de una vía pecuaria. Este centro gestiona restos por un volumen superior a las 30.000 toneladas al año y procedentes de municipios tan activos en el sector de la construcción como Lucena.

Antecedentes polémicos
El vertedero de Llanos de Don Juan ha estado rodeado de polémica desde que se iniciara su construcción en 2001. El centro formaba parte del Plan Provincial Director de Gestión de Escombros de la Diputación, a su vez encuadrado en el Plan Territorial aprobado por la Junta de Andalucía en 1999, y sus obras se elevaron a 2,4 millones. Su aprobación en el pleno del Ayuntamiento de Rute en julio de 2001 contó con el voto favorable de PSOE, entonces en el gobierno, y PA, cuya portavoz entonces, Matilde Moyano, argumentó que así se podría acabar con la existencia de vertederos ilegales como el del río La Hoz. La propuesta se encontró con el rechazo frontal de PP e Izquierda Unida, que consideraban el lugar inadecuado por la cercanía de núcleos de población y temían que albergara sustancias tóxicas. En 2003, este último grupo accedía a la alcaldía y Francisco Javier Altamirano señaló que, si no quedaba otro remedio, habría que “tragar” con el vertedero, pero aseguró que se vigilaría “con lupa” la contaminación y el tráfico que pudiera generar su puesta en marcha, exigiendo un acceso alternativo a la carretera A-331, que atraviesa la pedanía ruteña. Finalmente, el centro entró en funcionamiento en octubre de ese año, después de que Altamirano hubiera firmado la licencia de apertura.

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