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El periodista, ahora en las filas del New York Times, formaba parte del equipo galardonado por la cobertura informativa del atentado contra Donald Trump

Samuel Granados – Premio Pulitzer de Periodismo
Un ruteño, Samuel Granados, forma parte del equipo del Washington Post galardonado con el Premio Pulitzer 2025 de periodismo. Curiosamente, cuando se ha concedido, en mayo, él había pasado, como apunta, “a la competencia”. En efecto, desde hace unos meses, está en la nómina del New York Times. En su trayectoria profesional, pues, puede presumir de haber trabajado en dos medios de referencia a nivel global, tras haberlo hecho en otros igualmente relevantes de ámbito nacional, como El Mundo y Público, en España, o La Nación, en Argentina. También cubrió información para la Agencia Reuters. Poco sospecharía cuando, siendo aún casi un adolescente, hizo sus primeros pinitos en Radio Rute que llegaría tan lejos.
De igual modo, los Premios Pulitzer han consolidado su prestigio en más de un siglo de historia. Quien lo obtiene en alguna de sus 22 categorías sabe que ha llegado a lo máximo a nivel profesional. En este caso, se ha concedido en la de “Noticias de última hora” (“Breaking news”), por la cobertura “urgente e iluminadora” que el Post hizo el intento de asesinato en octubre del año pasado al entonces candidato a presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Aunque ha vivido allí bastante tiempo, ahora reside en Montilla por temas familiares, pero la noticia se produjo estando en Rute. Todo el trabajo para dicha cobertura lo hizo desde la casa de sus padres.
Otro aspecto llamativo es que desde que volvió a Europa se ocupa, con un equipo diferente, de la sección internacional. De hecho, ha formado parte del grupo humano que ha quedado finalista en la misma edición de los Pulitzer en el apartado de “Periodismo Internacional”, en esta ocasión por la cobertura de la guerra en Gaza. En principio, él no se estaba ocupando de las elecciones norteamericanas. Sin embargo, suelen aprovechar la diferencia horaria para “echar un cable”. Así, cuando se levantó en España y se puso al día, mientras en Estados Unidos dormían, Samuel hizo avances importantes en las tareas de documentación e investigación.
- El objetivo era determinar “el contexto” del atentado y localizar los lugares desde donde se había disparado
El premio en sí no es a un reportaje concreto, sino a la cobertura en varias piezas de la noticia. Desde primera hora vieron que había material para profundizar. Tras las primeras noticias del tiroteo a Trump, hubo un par de semanas “sin parar” de recabar nuevos datos. El objetivo era determinar “el contexto” del atentado y localizar los lugares desde donde se había disparado. Se hizo una recreación en 3D “bastante real” del lugar de los hechos, con análisis forenses y de elementos como los árboles o los edificios colindantes. Gracias a ello, se descubrió que unos árboles tapaban la visión que los servicios de seguridad pudieran tener del francotirador. La conclusión de ese trabajo de investigación fue que había habido “un fallo de seguridad”.
Aunque se dedica al “periodismo visual”, y cuenta con herramientas como el diseño gráfico, la infografía o incluso la cartografía, no se puede perder de vista la formación periodística de Granados. Es decir, su trabajo en esta serie de reportajes no se limitó a “dar forma” gráfica al material que los compañeros le pasaban. Él mismo llevó a cabo una exhaustiva labor de documentación. La profesión se está reinventando para ofrecer un plus más allá de las primeras imágenes que se propagan de forma viral.
En general, cree que el periodismo “siempre se ha adaptado a los lectores, a la audiencia” y las historias visuales suelen funcionar mejor que los simples textos. De ahí que prime lo multimedia o lo interactivo. En conflictos como el de Gaza o Irán, que también ha cubierto y está cubriendo, esas herramientas le permiten explicar mejor dónde están las plantas nucleares o los sitios que se están atacando.
Ha cambiado la forma de recibir y consumir la información. En el medio para el que trabaja conviven el papel, la página web y las aplicaciones para dispositivos móviles, y hay que adaptar la cobertura de una misma información. Pero todos tienen algo en común: siempre hay gente, suscriptores, que “quieren saber”. Como ejemplo, recuerda las tres variables que le propuso en su día un jefe de departamento: “rigor, calidad y velocidad”, todo en un equilibrio adecuado. Si se respetan, “el euro o euro y medio de la suscripción tiene sentido”.
Con esas premisas, Samuel Granados ha logrado juntos a sus compañeros el sueño profesional de todo periodista. Aunque cuenta con otros muchos méritos y galardones, el Pulitzer es la joya de la corona. No obstante, a nivel sentimental, asegura que el Premio Villa de Rute que recibió en 2015 por su trayectoria, es “el que más ilusión” le ha hecho y el que guarda “con más cariño”. Se lo dieron en su pueblo y en cierto modo es “un reconocimiento a todo lo demás”.