El ruteño Manu Rodríguez se proclama campeón de la liga finlandesa

  • Lo ha hecho con el Legirus Inter F.C., de la Segunda División, club al que llegó a mediados de abril

  • Se incorporó recién empezado un campeonato que concluye en octubre, antes de que llegue el frío invierno nórdico

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Manu Rodríguez disputa un balón en el partido decisivo en el campo del Reipas

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El jugador ruteño con el resto de la plantilla nada más alzarse con el título liguero

A mediados de abril, el ruteño Manu Rodríguez, tras unos meses en Rute, emprendía una nueva etapa laboral. Si antes había estado en Irlanda o en México, ahora el destino lo llevaba a Finlandia. En todos esos sitios, siempre ha compaginado el trabajo con su gran pasión, el fútbol. Descartada la posibilidad de ser profesional, en cada lugar se ha buscado un equipo para jugar. Pese a ello, nunca le han faltado las ofertas. Con frecuencia, han sido para el fútbol amateur, como la que tuvo en los meses que residió en Rute para enrolarse en las filas del Porcuna, de Jaén. Sin embargo, la que recibió hacia abril era de carácter profesional. Le llegaba desde Finlandia, para fichar por el Legirus Inter F.C., de la Segunda División. Según explicaba él mismo, esta categoría equivaldría en el país escandinavo a la 2ª B española. Manu se incorporó a la disciplina del club finlandés tras un acuerdo con el Porcuna, que a su vez tenía la temporada casi concluida y con el principal objetivo, el ascenso, garantizado.

Su estancia en tierras escandinavas ha tenido dos períodos bien distintos. Hasta junio, le afectaron los desencuentros entre su representante y el entrenador, hasta el punto de que estuvo tentado de regresar a España, donde se mantenían las ofertas. Pero a finales de ese mes la situación dio un giro de 180 grados. El club cambió al técnico por el español Pepe Murcia, que ha dirigido a clubes como el Atlético de Madrid o el Córdoba, además de otros como el Albacete Balompié, el Celta de Vigo, el Xerez, el Castellón o el Cartagena. Con Murcia todo cambió para Manu Rodríguez y para el equipo. Dadas las inclemencias meteorológicas del invierno nórdico, el calendario futbolístico no coincide con el de los países mediterráneos. Así, el entrenador cordobés se incorporó justo cuando iba a comenzar la segunda vuelta. Murcia aterrizaba en el banquillo del Legirus con dos objetivos fundamentales. Por un lado, que el equipo no perdiera el rumbo hacia el título liguero. Manu explica que el club se había reforzado y tenía una plantilla diseñada para tal fin. Y por otra parte, tenía que enderezar la relación del vestuario, ya que el caso del jugador ruteño con el anterior técnico no era aislado.

En ambos casos, el Legirus mantuvo una trayectoria ascendente, que culminaba el pasado 21 de septiembre con la consecución del título liguero. Lo hicieron además a falta de dos jornadas para que concluya el campeonato. Al antepenúltimo partido, con nueve puntos por disputarse, llegaban con 8 de ventaja sobre el segundo clasificado. Para “cantar el alirón” les bastaba, pues, un empate en la cancha del F.C. Reipas, un histórico en Finlandia, porque allí empezó su carrera Jere Litmanen, considerado el mejor jugador en toda la historia del país. Lejos de conformarse con las tablas, el Legirus se impuso por 1-3. Manu tuvo un papel destacado en esta victoria, ya que a él le hicieron el penalti que significó el 1-2. Además, cuatro días después completaban una semana pletórica al hacerse con la llamada Region’s Suomen Cup, después de vender en la final por 2-0 al NJS. Este torneo sería paralelo a una Copa Diputación.

De esta forma, Manu ha respondido a la confianza que Pepe Murcia le trasmitió desde su llegada al club. Asegura que es un entrenador muy cercano a los jugadores. En palabras del delantero, el técnico trata de enseñarles “su filosofía ganadora” e imprimir carácter al equipo para hacerlos campeones. Prueba de esa sintonía es que el ruteño se ha sentido muy a gusto, pese a no jugar en su puesto de delantero. A raíz de la lesión de un compañero, Murcia le encomendó la responsabilidad de colocarse en defensa en el lateral izquierdo. Manu asumió la tarea de estar atento a detalles propios de un jugador defensivo, como no romper la línea de fuera de juego y con el tiempo se ha ido asentando en esas otras zonas del campo inéditas para él.

Con la temporada prácticamente terminada, el futuro más inmediato está lleno de incógnitas. No sabe qué va a ocurrir con su estancia en Finlandia, una vez que el club ha logrado el objetivo prioritario del título. De momento, aún no saben nada y los jugadores están “esperando una respuesta del presidente”. Cumplidos “con creces” los objetivos, la plantilla confía en una mejora del contrato. A la espera de que se solucione el asunto, Manu desconoce cuándo podrá “escaparse” a Rute para “ver a la familia y los amigos, y recargar energías”.

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