Estebi, de vaselina, puso por delante por primera vez a los ruteños con el 4-3
Si en Villafranca el Rute Calidad había estrenado el casillero de puntos, ahora ha hecho lo propio con el de victorias. El primer triunfo liguero llegaba en casa, en la tercera jornada de liga en la Primera Provincial. Este choque era impensable hace apenas un par de años, cuando en Rute no había fútbol adulto y el Egabrense militaba en categorías muy superiores. Para el anecdotario, en el banquillo visitante debutaba Paco Pastor. En su larga trayectoria, el técnico lucentino entrenó al Rute en la temporada 2006-2007. Por lo demás, el partido era de los pocos de casa que en esta campaña se van a adelantar a la jornada del sábado. Pero el calendario está apretado y desde la Federación Cordobesa han aprovechado el puente del Pilar para insertar otra jornada. Así, los equipos de la categoría se van a encontrar con tres citas en un plazo máximo de nueve días.
El primer encuentro de esta tanda seguida se saldaba con la citada victoria ruteña. 5-4 en un duelo marcado por el terreno de juego, convertido en un barrizal. A la espera del nuevo y ansiado Estadio Municipal de Deportes de Rute, las condiciones del actual Polideportivo dejan mucho que desear. Si de por sí son contados los campos de albero que quedan en la provincia, en esta ocasión se unió el efecto de la lluvia caída durante toda la mañana del sábado. De hecho, el partido del equipo cadete, previsto justo antes del senior, se suspendió. Sin embargo, para entonces ya había muchas zonas del campo que estaban impracticables.
Finalmente, se jugó. Los egabrenses se pusieron hasta en tres ocasiones por delante en el marcador en el primer tiempo. Más que por mérito visitante, fue merced a la debilidad de la defensa ruteña, que sólo se compensaba con su efectividad en ataque. El resultado de 3-3 al descanso habla a las claras de que las delanteras estaban más finas que las líneas de zagueros. En la ruteña, el meta Mora, después de ser el héroe en Villafranca, pasó un calvario en el primer tiempo. En la otra punta del campo, Antoñito se batía contra sus marcadores y su prolongada lesión.
Por su parte, Jairo había pasado de la zaga a la zona de creación. Está por ver si ha sido puntualmente por las bajas o si se asentará en el puesto. En ambos sitios funciona. No tiene aún el punto de precisión que ha exhibido en los últimos años, pero su calidad, unida a su casta, le permite aparecer siempre entre los destacados. Otro que ha empezado pletórico es Rafa Gómez. En el estreno en su pueblo ha demostrado por qué en su día el Lucentino se fijó en él y llegó a jugar en 2ª B. Una pena desde luego que no haya habido equipo senior estos últimos años para disfrutar en Rute de sus cualidades. Contar con un extremo de los de siempre, de los que encaran, desbordan y se van de su par, es un lujo en estas categorías.
