El pregonero de la Morenita, Félix Pelayo, revivió momentos intensos de su vida e íntimamente ligados a la Virgen

  • Es el menor de cinco hermanos y pasó toda su niñez en Rute, en el seno de una familia fiel devota de la Morenita

  • En la actualidad vive en Córdoba y es padre de dos hijas, una de las cuales, Alba Pelayo, fue la encargada de presentarlo

El pregonero de este año, acompañado de las reinas y damas de honor de estas fiestas durante su intervención

Galería    Audio

El pregonero de la Morenita de este año lo ha experimentado todo en torno a la Virgen de la Cabeza. Fue monaguillo de la iglesia de San Francisco de Asís, costalero y colaborador de cultos y cuantas tareas le encomendasen. Pero ante todo, Félix Pelayo Orozco es el menor de cinco hermanos de una familia fiel devota de la Morenita. Su propio padre, maestro con destino en Rute, también fue pregonero. Por eso, cuando recibió la visita de las hermanas mayores de estas fiestas, Toñi Leal y Juani Ginés, en su actual domicilio, en Córdoba capital, y ante el ofrecimiento que le hicieron, admite que se puso nervioso. Pese a que consideró osada la tarea que le enmendaron, asegura que aceptó porque no podía negarse. Desde entonces, y hasta el mismo día de su pregón,  no ha dejado de estar nervioso. Ha pasado meses preparándolo y siendo consciente de la oportunidad de poder estar junto a la Virgen, en un lugar tan privilegiado, y con la posibilidad de revivir su infancia.

  • El pregonero era consciente de la oportunidad de estar junto a la Virgen, en un lugar tan privilegiado, y con la posibilidad de revivir su infancia

La encargada de presentarlo ha sido una de sus dos hijas, Alba Pelayo Castillejo, quien orgullosa afirma que su padre es “el responsable” del fervor que ella siente hacia la Virgen. Alba recuerda cada segundo domingo de mayo como un día muy especial. Todos los años en ese día la familia ha viajado desde Córdoba, escuchando en el coche los himnos de la Morenita, para venir a Rute a vivir las fiestas. El pregón arrancó con tono firme y seguro, animoso, y como si de un capataz de trono se tratase, Pelayo recreó esos momentos en los que es necesario dar ánimos y fuerza a los costaleros. Durante su intervención, tuvo presentes a sus amigos de la infancia, a Ramón Martínez, el párroco en aquellos años, a su hermana, con la que ha podido recordar momentos antes vividos, y a sus padres, a quienes recordó “asomados desde un balcón del cielo”. Para Pelayo, celebrar la advocación de la Morenita es una cita obligada. Es la fiesta “en honor a  la Reina de esta Villa”.

Además, en su alocución se detuvo en la romería de Andújar, recordando a sus devotos caminando o subidos en carretas para ir al cerro del Cabezo. Con peregrinos dispuestos a dedicar un fin de semana para cantar las alabanzas de la Virgen de la Cabeza. También él tuvo presente el segundo domingo de mayo, “el día más esperado y añorado”. Según dijo, da igual “de qué año se trate, siempre el gran día se repite con la misma intensidad”. Durante el pregón también se intercaló la voz de su hija Alba, su presentadora, para emular una crónica radiofónica de su difunto abuelo, Joaquín Pelayo. Asimismo, el pregonero tampoco quiso olvidarse de la visita de la Morenita a Córdoba durante la Magna Mariana Regina Máter, y la semana “inolvidable” que tuvo la ocasión de vivir junto a su esposa e hijas.

Antes del pregón, como de costumbre, en la iglesia de San Francisco de Asís tuvo lugar el acto de coronación de las reinas juvenil e infantil de las fiestas, Almudena Caballero Leal y Belén Ramos Porras, respectivamente. Asimismo, se dio paso a la imposición de bandas a las damas de honor juveniles: Luisa Porras Caballero, Alba Borrego Carvajal, Natalia Pacheco Roldán, Carmen María Ayala Roldán, Marta Luz Bueno, Ainhoa Pérez Moreno, Desireé Pérez Moreno y Berenice Padilla Mora. También se puso la banda a las damas infantiles: Luisa Ruiz Sarmiento, Marta Listán León y Ainhoa Aguilera Casado. La jornada concluyó con la entrega de la Medalla de Oro de la Real, por parte de la presidenta de la cofradía de la Virgen de la Cabeza, María Victoria Cruz, a dos personas devotas e íntimamente vinculadas a la Morenita, María Higueras Amorós y Cristóbal Ramírez Sánchez. Se ha reconocido así toda una vida de trabajo y dedicación a la Virgen.

Deja un comentario