El personal de ayuda a domicilio en Rute celebra una jornada de convivencia que sirve para reivindicar la importancia de este servicio

Gracias al convenio entre el Ayuntamiento y  Clece, las personas dependientes disfrutan de jornadas de convivencia como ésta

Gracias al convenio entre el Ayuntamiento y Clece, las personas dependientes disfrutan de jornadas de convivencia como ésta

Las personas vinculadas a la ayuda a domicilio en Rute han tenido su propia forma de celebrar la Feria Real de Agosto. Coincidiendo con el último día, en la mañana del lunes 25, se organizó una comida de convivencia en la Caseta Municipal. Para el alcalde Antonio Ruiz, no cabe duda de que estas jornadas son necesarias desde ese punto de vista. Pero al mismo tiempo las considera “reivindicativas de la necesidad de la Ley de Dependencia”. Entiende que es “un pilar fundamental” en el estado del bienestar, “por el que tanto se ha peleado y que ahora está en entredicho”. Según Ruiz, basta con “bajarse a la realidad” para comprobar que es un servicio “totalmente necesario”.

De gestionarlo en Rute se encarga la empresa Clece. El grado de satisfacción es muy alto, en palabras de Ruiz, por la coordinación que hay entre la empresa y el personal municipal. El técnico de referencia es Alfonso Ferreira. Como recordó éste, el convenio entre el Ayuntamiento y Clece contempla la organización de jornadas integradoras como ésta. De hecho, en el pliego de condiciones había unos servicios “básicos”, donde se incluía la atención diaria, y otros “complementarios”. Ahí entran el ocio y el tiempo libre, junto a cuestiones como grúas o sillas de ruedas para personas con problemas de movilidad. En definitiva, se tiene en cuenta cualquier cuestión que contribuya a mejorar su calidad de vida.

La cifra de gente atendida en Rute ronda los ciento veinte usuarios. Es “variable porque hay casos que entran y salen”. La plantilla la conforman cuarenta y dos personas, si bien hay “picos de contratación” en vacaciones en que el número se eleva a sesenta. Ferreira cree que, dentro del contexto de crisis y la caída en el sistema de dependencia, en Andalucía “no nos podemos quejar”. Según dijo, en nuestra comunidad se ha logrado estabilizar la plantilla y el número de beneficiarios, y se ha abierto “algo” a nuevos casos. En este sentido, el alcalde apuntó que, pese a la limitación de competencias de la reforma local, se está “aguantando el tipo” por dos razones. Por un lado, todavía no se han dado “pasos restrictivos determinantes”. A ello añade que se intenta aprovechar esas vías que abre el Gobierno autonómico de la Junta.

Esto permite aumentar los casos que se atienden y, de forma paralela, las horas de contratación. Cree que es un ejemplo de cómo legislar para “blindar” lo que demanda la ciudadanía, “esas líneas rojas que no se habían pasado en materia de sanidad, educación o dependencia, y que, con la excusa de la crisis, algunos sí han traspasado”. Como subrayó, el servicio tiene varias caras. La más visible es el derecho de los dependientes a ser atendidos, “y todos podemos ser dependientes en algún momento”. Pero además genera empleo, en las personas que prestan el servicio y en quienes se encargan de formarlas. Para Antonio Ruiz, son dos aspectos, el derecho de los dependientes y este yacimiento de empleo, que desde la administración “hay que incentivar y no recortar”.

En Rute, quienes trabajan en la ayuda a domicilio son mujeres. La situación no difiere en otros pueblos, donde los hombres aún son minoría. Según Ferreira, el concepto de “mujer cuidadora” sigue muy presente. Pese a que implica que no hay un reparto equitativo de roles, tiene de positivo que muchas de estas mujeres, cuyos maridos se han quedado en el paro, generan los únicos ingresos de sus casas. Estamos, pues, ante un “capital humano” que hay que tener en cuenta. En cuanto a los beneficiarios, el perfil predominante es el de personas mayores, con limitaciones en su movilidad, que precisan ayuda incluso en las tareas domésticas. Pero ello no implica que no haya también jóvenes con problemas de dependencia, “que tienen los mismos derechos”.

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