Homenaje al abuelo educador
¿Cómo aprendemos” ¿Es posible el aprendizaje si no existe un buen vínculo entre padres y profesores” ¿Por qué se producen tantos conflictos en la sociedad actual” Son algunas de las cuestiones que se plantearon en el cuarto encuentro de AMPAS que se celebró el sábado 28 de marzo en el salón de actos del Instituto Nuevo Scala. Este encuentro ha estado organizado por el Ayuntamiento de Rute, el Instituto Provincial de Bienestar Social y la Escuela de Padres. Se ha realizado precisamente como colofón a estas Escuelas de Padres que se han venido celebrando desde enero.
Ha estado dividido en tres partes: la realización de unos talleres, una ponencia central y la última de homenaje al abuelo educador. De hecho, uno de los talleres estuvo dedicado específicamente a ellos. El psicólogo Francisco López, responsable de las escuelas de padres y coordinador del encuentro, ha comparado los pilares de la educación con las cuatro patas de un banco. Esos pilares serían el profesorado, los padres, los hijos y por supuesto los abuelos, que pueden desempeñar un papel fundamental. Es por ello que considera “muy importante” que existan foros “donde se reflexione y se relacionen todas las partes implicadas”.
Respecto a los talleres, se impartieron cuatro: uno sobre “La seguridad de los niños en Internet”, a cargo de Rosa Escobar (técnico del Centro Guadalinfo de Rute); otro sobre “El tratamiento sistémico de la conflictividad escolar”, por cuenta de Luhé Palma, abogada especialista en mediación; un tercero titulado “El álbum ilustrado como instrumento de alfabetización emocional y educación en valores”, impartido por Rocío Antón, especialista en actividades de fomento a la lectura; y el último, que fue el dedicado a los abuelos y el papel fundamental que ellos desempeñan en la educación de los nietos.
La conferencia central también estuvo a cargo de Luhé Palma. Habló de la pedagogía sistémica. Ofreció una mirada a la forma de educar y a los vínculos y conflictos que se producen entre todas las partes que interactúan dentro de la sociedad. Abrir un hueco en la agenda no resulta fácil en la sociedad en la que vivimos. La carrera por ser los mejores se ha convertido en la meta a alcanzar en los diferentes ámbitos de vida.
Quizá todo resultaría más fácil si cada uno desempeñase su función, si cada cual acepta el rol que le ha tocado. En torno a esta idea giró parte de su discurso, con una frase sintetizadora: “Cada uno en su lugar para poder educar”. Para Luhé hay que huir de echar la pelota al tejado del otro. Todo funciona mejor “si los padres se dedican a ser padres y los profesores a ser profesores”, pero para ello debe haber un respecto mutuo. El maestro debe ser leal a los valores inculcados por los padres y los padres deben confiar en el maestro para que instruya a sus hijos.
Esta especialista en mediación asegura que el aprendizaje sólo se produce “cuando existe un buen vínculo entre familia y escuela”. Según Luhé, estamos en condiciones de aprender “cuando respetamos, cuando admiramos, cuando confiamos” en las personas que nos trasladan un mensaje o un contenido. Pero para que cada uno acepte su lugar y respete el lugar del otro es necesario la humildad. Luhé Palma habló de la necesidad de cambiar de actitud, de paradigma, de dejar de quejarnos constantemente y de reprochar al otro lo que no hace. Como alternativa, abogó por unas relaciones de colaboración donde primen la sugerencia y el respeto al otro.
Homenaje al abuelo educador
La parte más emotiva de este encuentro llegó al final. Estuvo dedicada a los abuelos. A través de un montaje audiovisual, se ofreció una carta escrita por el psicólogo Francisco López. En ella se valoró y ensalzó la figura del abuelo educador. Tras visionar y escuchar la carta, la concejala de Servicios Sociales Ana Lazo entregó a dos abuelas una placa de forma simbólica. Era el reconocimiento al trabajo y la entrega.
Finalmente, el teniente de alcalde José Macías hizo una valoración muy positiva del encuentro. En este contexto, resaltó la importancia de que los abuelos contribuyan en la transmisión de valores de unas generaciones a otras. Macías animó a otros padres a que se beneficien de este tipo de iniciativas. Hasta el momento, el resultado y la respuesta “son buenos”. Sin embargo, aún hay muchos padres que no están sabiendo aprovechar “el esfuerzo que se hace desde la administración” al apostar por una escuelas de padres de calidad y por encuentros de este tipo.
