El Club Natación Rute vuelve a brillar en los campeonatos comarcales

  • Los nadadores ruteños se han impuesto con solvencia en las tres fases de Doña Mencía, Rute y Almedinilla

  •  Justo en vísperas de la última fase se celebraban los campeonatos locales, que albergaron también a nadadores de Iznájar

Los campeonatos locales han servido de puesta a punto para que los jóvenes del club copen los podios comarcales
Los campeonatos locales han servido de puesta a punto para que los jóvenes del club copen los podios comarcales

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Una temporada más, los nadadores ruteños han despuntado en la Subbética. En las tres fases de los campeonatos comarcales la hegemonía del Club Natación Rute ha sido incontestable. La tendencia no es nueva. Sin embargo, en los últimos años se ha acentuado más si cabe. Las ausencias de los clubes de Cabra y Lucena han otorgado a los nadadores locales el cetro de la natación comarcal. En el primer caso, este municipio ya no forma parte de la Mancomunidad, mientras que los jóvenes lucentinos están federados. Con ellos en liza, los ruteños también se acababan imponiendo. Pero ahora, en las tres fases de Doña Mencía, Rute y Almedinilla esa distancia se ha tornado sideral. Para encontrar clubes de nivel similar al ruteño en la provincia hay que volver la vista a pueblos como Montilla o Nueva Carteya. La treintena de nadadores del club que ha participado en estos campeonatos se ha repartido los puestos más jugosos del podio en todas las categorías. Podrían ser más. Junto a los que participan en estas pruebas, hay otros que entrenan con regularidad pero no siempre compiten. De hecho, las vacaciones de algunos niños han restado presencia ruteña en algunas de estas fases.

Esa ausencia se ha notado incluso en los XXIII Campeonatos Locales. En esta edición tenían lugar justo en vísperas de la última fase, la de Almedinilla, en la tarde del lunes 10 de agosto. Como explicaba el entrenador Manuel Pérez, se intenta celebrar la cita local antes del 15 de agosto. Tras la procesión de la Virgen del Carmen muchos aprovechan para tomar unos días de vacaciones y es más difícil encontrar nadadores disponibles. Esta vez algunos han adelantado esos días de descanso fuera del municipio. Para compensar, se contó con otros jóvenes que entrena su compañera María Rosa García en Iznájar. Según apuntaba ésta, el nivel mostrado por sus pupilos del Club Natación Rute ha sido tan superior que no suponía ningún riesgo ubicar estos campeonatos apenas unas horas antes de la fase de Almedinilla (disputada en la misma mañana del martes).

En el mejor de los casos, la prueba local podría servir de test a los preparadores para saber cuál de los pequeños llega en mejores condiciones o qué aspectos técnicos se pueden mejorar. Su compañero señala que a lo largo de la temporada estos jóvenes van mejorando sus propias marcas. Los dos destacan cómo, pese a su corta edad y a falta de más nivel competitivo, estos menores se esfuerzan por superarse a sí mismos. Más que de un secreto, hablan de tres claves para no bajar el listón. De entrada, Manuel Pérez cree que esa lucha con uno mismo es intrínseca de la natación, “porque en la práctica luchas contra un crono, en un ambiente hostil como el agua, donde hay una resistencia importante”. A partir de ahí, la mejoría ha de venir de tres factores: la técnica o el estilo, la motivación y una buena planificación en el entrenamiento. Si los tres factores confluyen los resultados aparecen.

María Rosa puntualiza que la técnica hay que perfeccionarla antes que la velocidad. Su compañero aclara que en cierto modo se produce un ciclo. Primero se pone a punto la técnica, después la resistencia y, concluidas las fases comarcales, hasta final de temporada, se retoman aspectos técnicos pendientes de pulir, propios de cada estilo. Como ejemplo, menciona que un buen viraje puede implicar “una mejora de uno o dos segundos en la marca”. Estas cuestiones se entrenan con todos los integrantes del club. María Rosa García recuerda que hay jóvenes que no compiten no porque no lo deseen, sino porque, pese a su juventud, superan la edad de las categorías establecidas. Además, según Pérez, son pocos los casos de niños que entrenan y no compiten por deseo propio. La competición no es una prioridad, pero forma parte del deporte. Por eso, ese paso llega “de forma natural”. Incluso en casos en que algunos niños “sentían ese miedo” a la larga han sido ellos mismos los que han pedido inscribirse en pruebas.

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