El Club Ciclista Ruteño organiza la primera quedada MTB “El Canuto de Rute”

En la zona de Los Chopos se habilitó un tramo cronometrado a  modo de competición

En la zona de Los Chopos se habilitó un tramo cronometrado a modo de competición

De bastante satisfactorios han calificado los miembros del Club Ciclista Ruteño los resultados de la primera quedada MTB “El Canuto de Rute”. La prueba, con un recorrido de 50 kilómetros, discurrió por buena parte de nuestro entorno natural. La cita contó con la presencia de 45 participantes, de los que aproximadamente la mitad eran de Rute. La concentración y la salida posterior se produjeron en el Polideportivo Municipal. A continuación, el pelotón se dirigirá hacia Las Lagunillas, pero siempre por carriles, con muy poco tramo de carretera. La primera fase culminó en el Puerto del Cerezo, de dificultad alta. La vuelta se realizó por la carretera de Carcabuey, pasando por Las Piedras y Palomares, y llegando a la zona de Los Chopos. Allí se había preparado el único tramo cronometrado. Al término de la carrera, de nuevo en las inmediaciones del Polideportivo, se entregaron los correspondientes trofeos y se organizó una paella para los asistentes.

Para el presidente del club, José Miguel López, las expectativas que tenían con esta primera edición “se han cumplido”. Preferían, de hecho, que no hubiera mucha gente, para que la organización “no se fuera de las manos”. Al menos, con los participantes que hubo la cosa dio resultado. Se rodó en tiempos muy buenos y, a pesar de que sólo había un tramo libre, durante el resto de la carrera todos los corredores fueron neutralizados. El tiempo meteorológico también acompañó. La mañana se presentó soleada sin que llegara a apretar el calor. Tan sólo sintieron frío en una zona propicia por su altura, el temido Puerto del Cerezo.

Para el recuerdo, en el tramo cronometrado resultó ganador un ruteño, José Antonio Puerto. Según explicó, había estado varios meses preparándola “junto a otros compañeros”. Por ello, aseguró que cualquiera podía haber ganado. En su caso, la clave había estado en “dosificar las fuerzas” en la subida al Cerezo y aprovechar “que conocía el terreno”.

Como miembro del Club Ciclista, está convencido de que hay que apostar por iniciativas de este tipo. Son menos ambiciosas que el Trofeo del Pavo, pero con suficiente interés y nivel para captar la atención de gente de Rute y de fuera. La prueba en sí era exigente para todos los estilos. Si en el Pavo primaba la modalidad de descenso, esta quedada era más parecida al clásico ciclo-cross, con subidas en carretera que alternaban “con senderos muy estrechos donde hay todo tipo de rastrojos”.

En definitiva, el club continúa organizando actividades y sumando socios. En esta etapa, con la renovada junta directiva, han estado saliendo de ruta semanalmente casi desde primeros de año. Ahora, con la llegada del frío, el presidente ya ha adelantado que toca descansar un poco y dar por concluida la temporada.

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