-
Lo organizó la Junta Local de la AECC y, como la charla de mindfulness celebrada una semana antes, pretendía reforzar la parte sana de los pacientes
Varias son las actividades que ha promovido la Junta Local de Rute de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para conmemorar su 25 aniversario. Dos de ellas se han sucedido en otros tantos fines de semana y han tenido un carácter complementario: una charla sobre mindfulness y un taller de biodanza. Si la charla se había celebrado en la sede de la Junta Local, esta sesión se llevó a cabo en el Círculo de Rute. Las dos tenían además en común el hecho de que no se aplican sólo para enfermos o familiares de cáncer, pero sí pueden ser terapéuticas. Aline Reis, monitora del taller de biodanza subrayó que en ambos casos se trabaja “con la parte sana” del enfermo. De ahí que se contara con testimonios de pacientes que se han valido de esta técnica.
Noticias relacionadas
Al igual que el mindfulness, la biodanza contribuye al desarrollo humano y atiende a las personas “de forma integral”. Las ayuda a conectarse con sí mismas y mejorar su salud. Reis lo define como “un sistema de reaprendizaje de las funciones originarias de la vida”. Va más allá de la danza al uso, porque los movimientos están “conectados con la emoción”. Junto al aspecto físico-motor, tiene “un componente afectivo”. A su vez, como es “inclusiva” y actúa “sobre la parte sana”, cualquiera puede practicarla. En su opinión, la característica principal es que con ella “recuperamos la alegría”.
En este sentido, como el mindfulness, también es un contrapunto al estrés de la sociedad actual. Para la presidenta de la Junta Local, María José Rovira, hay que valerse de las dos disciplinas “para aceptar mejor las cosas, con dignidad, alegría y sobre todo amor”. No se han planteado como actividades “para curar, sino para acompañar a un tratamiento o un proceso”.
