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La mayoría de las actuaciones celebradas durante los sábados de noviembre y el primero de diciembre en distintos espacios han rozado el lleno
El pueblo de Rute ha vuelto a confirmar su afición a la música. Cada vez que hay un concierto, de cualquier género la gente suele responder. Se ha podido comprobar una vez más en el Ciclo de Música Clásica, organizado por la concejalía de Cultura. Su responsable, Ana Lazo, recordaba que los comienzos de este ciclo, hace más de veinte años, no fueron fáciles. La concejala se refirió a un concierto en San Pedro “con apenas seis personas”. Sin embargo, el tiempo ha ratificado que, si bien no se trata de actuaciones de masas, sí cuentan con un público fiel, que poco a poco va aumentando. La prueba más clara es que este año siempre se ha rozado el lleno.
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De nuevo se ha apostado por algunos de los museos gastronómicos. El cambio llegó hace cuatro ediciones, con objeto de aunar la oferta cultural con el ambiente turístico que vive Rute en los últimos meses del año. Así, este ciclo arrancaba en el Museo del Anís, con la actuación del LVP String Trío, que repasó alguna de las piezas más emblemáticas del llamado “clasicismo vienés”. A la semana siguiente, el turno fue para el Conjunto de Cámara Rusia. En ambos casos se completó el aforo.
Tras estos dos conciertos, el ciclo se trasladó al Centro Cultural Rafael Martínez-Simancas. La idea de llevarlo a la Ludoteca respondía a la capacidad de convocatoria de la Banda Municipal y la Coral Bel Canto. Las dos ofrecieron conciertos temáticos: el de la coral centrado en los compositores cordobeses Ramón Medina y Eduardo Lucena. Por su parte, la banda interpretó una selección de bandas sonoras ilustradas con imágenes de las películas correspondientes.
Para el cierre del ciclo se volvió a los museos, en concreto, al Molino Nuevo. Fue con el Dúo Ventis Cordubam, de saxofón y piano, integrado por Rafael Romero y Lydia Sag, respectivamente. Su concierto se dividió en dos partes. En la primera recrearon piezas de autores como Ferrer Ferrán o Pedro Iturralde. La segunda, de carácter temático, se centró en la figura del argentino Astor Piazzola. También la sala del Molino Nuevo se llenó, corroborando que en Rute hay “una inmensa minoría” que sigue la música.
