El bono social eléctrico ofrece ayudas entre el 25 y el 40 por ciento de la factura

  • De cara a 2019, los límites de consumo para beneficiarse de esta ayuda del Gobierno central se han visto incrementados hasta en un 15% en todos los casos

Begoña Revuelto, técnica de la Federación de Consumidores Augusta

 Begoña Revuelto – Bono social eléctrico

Begoña Revuelto, técnica de la Federación de Consumidores Augusta, ha dedicado su intervención en el espacio semanal de Radio Rute ConsumoAGusto al bono social eléctrico. Consiste en una ayuda del Gobierno central a la factura de la luz. Comprende entre el 25 y el 40%, tanto en el término de potencia como en el de energía. Para ello, los usuarios han de cumplir una serie de requisitos. El principal es que el tipo de tarifa sea el de Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). El solicitante ha de ser titular del contrato y residir en la vivienda de manera habitual. Además, la potencia máxima contratada no debe sobrepasar los diez kilovatios. Hay otra ventaja adicional: el Gobierno prohíbe cortar el suministro por impago a hogares beneficiarios donde residan menores de 16 años o al menos una persona en situación de dependencia en grado 2 y 3.

  • A los beneficiarios del bono social eléctrico, se les concede el térmico, para combustible de calefacción, de forma automática

Las principales compañías ofrecen la tarifa PVPC, pero son éstas las que establecen los límites de consumo en cada hogar: 100 kilovatios hora para familias sin menores a cargo, 140 en núcleos familiares con un menor, 170 con dos menores, y 300 para familias numerosas. En todos los casos, los límites de consumo eléctrico básico se han ampliado en 2019 en un 15%. El bono social sólo lo pueden solicitar personas físicas, no jurídicas o entidades. Con todo, la normativa trae novedades este año y distingue tres tipos de beneficiarios. Cada uno ha de cumplir diferentes requisitos y percibe distintas cantidades de ayuda. Así, los vulnerables pueden beneficiarse del 25%; los vulnerables severos, del 40%; y los usuarios en riesgo de exclusión social, otro 40%, pero contando además con la ayuda del 50% de los Servicios Sociales para el importe de sus facturas.

Para aclarar dudas sobre qué perfil de usuario correspondería a cada persona y tramitar la solicitud del bono social, la técnica aconseja que se acuda al Punto de Información al Consumidor (PIC) de Rute, en el Edificio Alcalde Leoncio Rodríguez de la calle Priego. Ella misma atiende personalmente el primer y el tercer miércoles de cada mes por la mañana. El bono tiene una duración de cuatro años, siempre que no se cambien los requisitos. Pasado ese tiempo, el usuario ha de solicitar su renovación.

Por otra parte, existe el llamado bono social térmico, creado también por el Gobierno con el fin de ayudar a los hogares en riesgo de pobreza energética. Esta ayuda se centra en combustible de calefacción como el gas natural, el butano o gasóleo. La cantidad con que se ayuda depende en este caso de la zona climática donde se encuentre la vivienda. Para ser beneficiario, hay que tener concedido antes el eléctrico. De hecho, a quienes se les conceda no tendrán que solicitarlo, ya que se les otorgará de forma automática.

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