El Ayuntamiento de Rute ultima con los centros educativos las actuaciones para el curso escolar

  • Las guarderías de Educación Infantil Bambi y Arcoíris han adaptado las directrices recibidas de la Delegación de Educación a sus respectivas instalaciones

Las responsables de la concejalía de Educación y de las guarderías han explicado las circunstancias en que arranca el curso

Entrevista a Sandra González – Concejala de Educación

Entrevista a María Isabel Alba – Centro de Educación Infantil Bambi

Entrevista a Andrea Tejero – Centro de Educación Infantil Arcoíris

El presente curso escolar viene marcado por las medidas sanitarias necesarias para prevenir la incidencia del coronavirus. Con la incertidumbre de cómo se desarrollarán las clases presenciales, los centros educativos de Rute ultiman sus preparativos. Lo hacen en coordinación con el Ayuntamiento. La concejala de Educación, Sandra González, asegura que a lo largo del verano se ha estado en contacto con los equipos directivos, tanto en reuniones individuales como en encuentros de todos los centros. En cambio, echa en falta una comunicación similar con la Delegación de Educación. En la misma línea, sostiene que las labores de desinfección de los centros deberían correr por cuenta de la Junta. Aun así, el Ayuntamiento las ha asumido en estos meses, sumándose a las habituales de mantenimiento de cada verano.

  • El personal de limpieza ha dividido su jornada para actuar por la mañana y por la tarde, y hay una persona más en cada centro para la desinfección.

De cara al inminente comienzo de las clases, se han tomado dos medidas para prevenir la incidencia de la Covid-19. Por un lado, el personal municipal de limpieza ha dividido su jornada para hacer esta tarea por la mañana y por la tarde. Al mismo tiempo, se ha incorporado una persona más en cada colegio “a jornada completa” para las labores de desinfección de zonas exteriores y comunes, barandillas, pomos de puertas o interruptores. Pese a la limitación de los consistorios para hacer contratos por los planes de ajuste, la concejala ha apuntado que se ha buscado la fórmula con distintas empresas para poder reforzar este servicio. No ocurre lo mismo con una posible ampliación de las plantillas docentes, donde el Ayuntamiento no tiene competencia alguna. Aun así, le consta que la intención es enviar a un profesor de apoyo a cada colegio.

Los trabajos que habitualmente se acometen en los centros de Primaria, este año, por lo excepcional del curso, se han extendido al IES Nuevo Scala. Falta por saber si también las Pruebas de Acceso a la Universidad (PBAU) de septiembre vuelven a hacerse en Rute, como ya ocurrió por primera vez en julio. En este sentido, Sandra González cree que la experiencia en el Centro Cultural Rafael Martínez-Simancas fue “muy positiva”  y por parte del Consistorio no habría inconveniente en repetirla si es necesario.

Medidas en las guarderías

Donde sí está ya en marcha el curso es en los centros de Educación Infantil, es decir, para menores de cero a tres años. En Rute hay dos guarderías, Bambi y Arcoíris. Ambas son privadas pero mantienen conciertos con la Junta, de la que han recibido las directrices pertinentes para su apertura. Pese a no ser enseñanza obligatoria, las dos tienen sus plazas al completo. En el caso de Bambi, dispone de un total de 41 plazas y cuenta con una plantilla de cinco profesoras, tres por curso y dos de apoyo. Según su responsable, María Isabel Alba, el curso se ha estructurado en clases “burbuja”, sin mezclar edades ni por supuesto material o juguetes.

Al margen de las medidas habituales como toma de temperatura o desinfección continua, la incorporación de los menores es flexible. Al mismo tiempo, al disponer de tres patios, cada uno se reserva para una clase. A pesar de todas las novedades que depara este curso, Alba asegura que los menores se están comportando con mucha responsabilidad y son muy conscientes de lo que ocurre a su alrededor.

Andrea Tejero está al frente de la guardería Arcoíris. Este centro de Educación Infantil cuenta con 35 plazas y cinco profesoras. Según su responsable, se trataría de una “guardería incompleta”, en el sentido de que acoge a menores de entre cero y dos años. Al disponer de personal suficiente, se ha optado por dividir cada clase en dos mitades, separadas por mamparas con un docente en cada mitad, de forma que se aumenta la seguridad. La incorporación y la salida son graduales, y se han establecido turnos para usar el patio.

Al igual que ha ocurrido en Bambi, el personal de este centro se ha sometido a las pruebas PCR antes del comienzo del curso. En cuanto a los menores, junto a medidas como la toma de temperatura, también sus padres y madres han dejado calzado que se usa de forma exclusiva en el centro. Andrea Tejero ha insistido en que los progenitores deben dar ejemplo en todo momento porque, de lo contrario, las medidas que se lleven a cabo con los pequeños en las instalaciones servirán de poco.

 

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