El Ayuntamiento de Rute ha reducido en un millón de euros la deuda pendiente de pago en los dos primeros años del actual mandato

Ruiz ha comparado la mejoría desde los datos de la auditoría interna de 2011 a los de un informe de abril de 2013

Ruiz ha comparado la mejoría desde los datos de la auditoría interna de 2011 a los de un informe de abril de 2013

Justo ahora, cuando se cumplen dos años del actual Gobierno municipal, el alcalde socialista, Antonio Ruiz, hace balance de esta primera mitad de su mandato. Han pasado dos años desde el 13 de junio de 2011. Ésa fue la fecha en la que actual el equipo de Gobierno socialista tomó posesión de su cargo. Han sido dos años “intensos, duros y los peores de la democracia”. Ésas han sido las palabras utilizadas por el alcalde para comenzar con el balance de la gestión llevada a cabo hasta el momento. Una de las primeras medidas adoptadas por Antonio Ruiz cuando accedió a la Alcaldía fue encargar una auditoría interna para conocer la situación económica financiera del Ayuntamiento de Rute. Asegura que se encontró con una situación “peor de lo que esperaba”. Afirma que en esas fechas la liquidez del Ayuntamiento era “cero, no se podían afrontar mensualmente las nóminas de los funcionarios y empleados municipales, había cortes continuos de luz por los impagos a compañía Sevillana de electricidad”. Asimismo, Ruiz recuerda que se debía “absolutamente todo”: la luz, las obras del campo de fútbol, las ferias, las actuaciones e incluso los grupos electrógenos que se habían contratado para la feria. También se debía multitud de facturas a proveedores que, por entonces, ya habían dejado de servir al Ayuntamiento por ese impago.

La foto fija que ofreció la auditoría municipal de 2011 arrojaba  seis millones de euros de deuda con bancos, cuatro millones más de facturas pendientes de pago a proveedores y un remanente negativo de Tesorería de cinco millones de euros. De hecho, en el referido informe de Intervención  se hacía contar que “el continuo gasto por encima de los ingresos percibidos anualmente en las arcas municipales” había derivado en un déficit de liquidez “extremadamente preocupante”. A raíz de este informe, el alcalde tras calificar la situación de “catastrófica”, hizo un símil sanitario y dijo que el Ayuntamiento estaba en la UCI. Ahora, según Ruiz, podemos decir que estamos en una situación “sensiblemente mejor” y, siguiendo con el símil médico, “el enfermo ha pasado a planta”. Pese a que se ha mejorado, el alcalde se muestra optimista, pero prudente, dado que no deja de ser complicada. En estos momentos, según los datos que ha hecho públicos, referidos a un informe de Intervención de abril de 2013, la deuda del Ayuntamiento, entre bancos y facturas, es de 9,8 millones de euros, frente a los 10,8 de 2011. Por tanto, en estos dos años de gestión se ha reducido en un millón de euros.

Otro dato significativo al que ha hecho alusión es el remanente de Tesorería, que se ha reducido en cuatro millones de euros. Éste es un dato fundamental, según el alcalde, para constatar “el adecuado control y ajuste de los gastos frente a los ingresos”. Según Antonio Ruiz, han sido unos años complicados, con decisiones muy difíciles, como las referidas a la reducción de la plantilla. El capítulo de personal suponía el 70% del gasto municipal, “algo insostenible, incluso en tiempos de bonanza”. Confiesa que ha sido una de la decisiones más desagradables, el tener que despedir a gente o no poder hacer ni un solo contrato. También asegura que es duro tener que subir determinados impuestos o ceder la gestión de determinados servicios. Ha sido el caso del servicio de la basura, que ha pasado a ser gestionado por la empresa provincial Epremasa. Ello ha conllevado que las tasas anuales de la basura pasen de 66 a 96 euros. Pero “había que hacerlo”, era un servicio “absolutamente deficitario” y el Ayuntamiento no tenía liquidez, ni siquiera para reponer los contenedores rotos o quemados.

Sin embargo, lo que no se ha hecho ha sido “vender el agua”, como pretendía el anterior equipo de Gobierno de IU, “pese a decir lo contrario en campaña”. Para Ruiz, no es necesario ceder la gestión de este servicio, pues, a diferencia del de la basura, no es deficitario. Por el contrario, supondría una subida “disparatada” del recibo del agua. En definitiva, han sido dos años “duros”, en los que ha habido que afrontar cuestiones del pasado. Como ejemplo, ha mencionado los “contratos dobles” en la redacción de la adaptación general de las Normas Subsidiarias a la LOUA. En aquella ocasión, “un mismo trabajo fue contratado a dos empresas distintas”, con un coste total para el Ayuntamiento de 150.000 euros, 75.000 para cada una de las empresas a las que se les encargó la misma tarea.

Según el alcalde, el actual equipo de Gobierno no para de encontrarse con cuestiones de este tipo, “arrastradas del pasado”. Una de las que más le preocupa en estos momentos, porque hay que afrontarla con inmediatez, es la relativa a la construcción de la Ludoteca. Su inversión, que ascendía a 853.348,73 euros, se financió con los Fondos FEIL para 2009 procedentes del Gobierno central. Al tratarse de una subvención finalista, había que justificar todos los gastos y la mayor parte de las facturas se justificaron “fuera de plazo”. Por ello, el Ministerio de Hacienda reclama ahora la devolución de casi seiscientos mil euros al Consistorio ruteño. Otro tanto ocurre con actuaciones llevadas a cabo en Las Piedras y Palomares, por valor de algo más de ochenta y cinco mil euros.

Al margen de todas estas cuestiones, también ha destacado el trabajo de colaboración y apoyo que se ha llevado a cabo con los agricultores, con arreglos de caminos y vías pecuarias. En Turismo, con una apuesta clara de fomento y apoyo al sector agroalimentario de nuestra localidad. En Educación, con obras de mejora en los diferentes colegios de educación Infantil y Primaria. En Servicios Sociales, con un Plan de Empleo Municipal y mediación para la gestión del servicio de ayuda a domicilio. En Deportes, se ha podido conseguir, pese a los recortes, que se abra el pabellón municipal los domingos y festivos, amén de las líneas de colaboración con clubes y empresas privadas. En el pendiente, aún queda la mejora de la limpieza y del alumbrado público.

En resumen, en palabras de Ruiz, este mandato va a estar marcado por dos etapas. La primera, en la que ha habido que hacer frente a la crisis económica general y a la interna, y la que comienza ahora. De hecho, en estos momentos, se paga puntualmente a los empleados públicos, se ha normalizado la situación de las arcas municipales y  lo que es más importante, se paga “con cierta regularidad a los proveedores”. Además, ha adelantado que en el próximo mes de julio también verá la luz el PGOU, destacando que éste ya se aprobó provisionalmente por unanimidad de los grupos políticos del Ayuntamiento. Este último es otro aspecto donde también cree que se ha mejorado, pues hay mayor entendimiento político y muchos de los asuntos importantes para Rute salen adelante con el consenso de los tres grupos municipales, PSOE, IU y PP.

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