El anís de Rute logra un nuevo reconocimiento con una denominación de origen otorgada por la Unión Europea

Dos empleados trabajando en el embotellado en la campaña  navideña

Dos empleados trabajando en el embotellado en la campaña navideña

Acaba de concluir la campaña de Navidad y es buen momento para hacer balance con uno de los productos emblemáticos de Rute, el anís. El sector se relanzó a mediados de los noventa, cuando la firma Destilerías Duende abrió el Museo del Anís, como reclamo de visitas. Para su gerente, Anselmo Córdoba, el inicio oficioso de la campaña tiene lugar el 12 de octubre. Por lo tanto, pasadas las fiestas navideñas, ha llegado la hora de “la recogida”. Con todo, la ocupación hotelera ha seguido siendo “importante, y ha habido muchos desplazamientos en estos días”. Aunque la afluencia principal de visitas cristaliza en el puente de la Inmaculada, Córdoba cree que se trata de “públicos distintos” al de la Navidad en sí. Así, antes de estos días estarían los clientes más “estereotipados”, los que forman parte de colectivos que visitan el pueblo conjuntamente. A medida que avanza la campaña el perfil “va cambiando” y a finales de año nos encontramos con “personas que están pasando la Navidad en Rute”.

Si las visitas se mantienen, ¿en qué se nota la crisis desde Destilerías Duende” Según su gerente, ya se “intuía” desde finales de la campaña anterior, cuando detectaron “un cambio de tendencias”. Sin embargo, Anselmo ve “una gran fidelidad”, descendientes en algunos casos de los primeros clientes de esta destilería centenaria, “que afortunadamente salvan la campaña”.

La lucha contra la crisis va unida a la reducción del consumo del alcohol. En este sentido, la empresa, siguiendo las directrices de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEDE), fomenta el consumo responsable. En general, ha sido el cambio de hábitos de los españoles en los últimos años el que ha reducido las ventas en torno a un 25%. El descenso se nota más en su faceta de proveedores a mayoristas y grandes superficies. La afluencia de visitas a la fábrica ha sido “masiva, pero han recortado en el gasto”. Son esos otros sectores “menos visibles” los que preocupan, porque les sirven todo el año “y permiten mantener una plantilla fija de doce empleados”.

Con todo, la bajada se ha dejado sentir en estos compradores. Si en el Museo Anselmo sitúa el descenso sobre el 7%, en el caso de los mayoristas lo eleva al 25. Sin embargo, donde ha habido “una caída drástica” ha sido en las cestas de Navidad, las que regalan las empresas a sus empleados. Ahí se han dado casos en que, de gastar unos 150 euros, se ha pasado a 18 ó 20.

Frente a todo esto, hay que aguzar el ingenio, algo “complicado” porque la publicidad de bebidas alcohólicas está muy acotada “y es muy difícil crear marca”. Los principales valores de la firma residen en sus cien años de historia y que la propia localidad de Rute sea “un emblema” en la provincia. Ambos factores permiten, asegura, “levantar la penosa situación”.

Dentro de los fastos del centenario, por la destilería han pasado figuras como el ministro Miguel Ángel Moratinos, su compañera Carmen Calvo, la baronesa Thyssen o José Ortega Cano. En 2009 quieren seguir esta línea, porque son conscientes del refuerzo de imagen que suponen. En cualquier caso, irán orientadas a “las actividades museísticas”, ya que la creación del Museo fue en su día clave para relanzar la entidad.

Más que Destilerías Duende, Anselmo cree que lo que se refuerza es la marca Anís de Rute. De hecho, la tradición anisera de la localidad ha llamado la atención de la Unión Europea, que le ha otorgado la Denominación Geográfica Protegida. Sería el equivalente a una denominación de origen de ámbito continental, que engloba no sólo el producto en sí, sino el entorno en que se fabrica. Para que se confirme este reconocimiento, ahora han de redactar el documento explicativo de “en qué consiste exactamente el anís de Rute”. Lo harán conjuntamente con la FEDE y la delegación provincial de Agricultura.

En cuanto a la renovación de productos, en los próximos años quieren investigar en el mundo de las infusiones y las hierbas aromáticas, “que parece que tienen un nicho de mercado importante”. Uno de los candidatos a incorporarse a la oferta es un licor de limón. Simultáneamente, en la destilería trabajan en la idea de ampliar las dependencias, “pero de cara a dotar de más espacio al Museo”.

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