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Tras medio siglo en la Escuela Hogar, las Hermanas Mercedarias se marchan de Rute
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La falta de vocaciones ha obligado a cerrar hasta cuatro casas de esta orden en un año
El final del curso tiene un punto de tristeza por su componente de despedida. El del ejercicio 2016-2017 ha resultado especialmente duro para las Hermanas Mercedarias de la Escuela Hogar. Con él terminaba su estancia en Rute. La amarga noticia se supo en la novena de la Virgen de la Cabeza, de la que la superiora Sor Rosa María Palomino fue pregonera en 1999. Se cierra así una etapa de más de medio siglo. La causa de este adiós responde a la más cruda realidad: la falta de vocaciones. No hay novicias que den el relevo generacional. No es un episodio puntual de Rute. En un año han cerrado las casas de Málaga, Loja y Montilla. Esto no implica, según puntualiza Zacarías Jiménez, actual presidente de la Fundación Juan de Dios Giménez, que gestiona la Escuela, que dejen de prestarse los servicios. De hecho, ya están con los preparativos del próximo curso, que traerá importantes novedades. Pero no será con la presencia de las religiosas.
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Jiménez ha indicado que en la fundación han hecho todo lo posible para que siguieran. Sin embargo, como ocurrió en los tres citados casos, desde la Casa Provincial de las Hermanas Mercedarias de la Caridad, con sede en Cájar (Granada), tuvieron que asumir que la orden, fundada en Rute por el padre Zegrí a finales del siglo XIX con apenas cuatro hermanas en los últimos tiempos, tampoco era ya viable en nuestro pueblo. Su adiós pone fin a más de un siglo con las Mercedarias entre nosotros. Primero habían dejado de estar en el clausurado hospital Alfonso de Castro. Después, se fueron también de la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas y ahora lo hacen de la Escuela Hogar.
Aunque la Fundación Juan de Dios Giménez tiene más de un siglo de existencia, fue en 1964, cuando el ruteño Mariano Giménez cedió un edificio al Ministerio de Educación para la creación de la Escuela Hogar, la primera de estas características en Andalucía. Se quería dar respuesta al absentismo escolar y a las necesidades rurales de los núcleos dispersos. Puesto que las Mercedarias habían estado presentes en la fundación desde su constitución en 1890, Mariano Giménez decidió que estuvieran al frente de la Escuela Hogar. Hace dos años, en 2015 se celebraron los actos del cincuenta aniversario. Fue la vuelta a casa de muchas personas que habían tenido ahí su segunda familia. Justo de esa forma, casi premonitoria, les trasladaron el cariño y el agradecimiento por la educación y el afecto recibidos. Y es que las Hermanas Mercedarias se van, pero su huella va a ser imposible de borrar para tanta gente que creció bajo su amparo.