Editorial Septiembre 2019

Septiembre marca la vuelta a la rutina. Llega tras unos meses estivales en los que se ralentiza la actividad política local, predominan los días de desconexión del trabajo y los escolares disfrutan de su maravilloso verano. Por eso, cada mes de septiembre supone el reinicio de todo. Suele ser un mes denso, de regreso al trabajo, de vuelta a las aulas y en el que a nivel local todo echa a andar de nuevo. El comienzo del curso ha estado marcado en Rute y en el resto de Andalucía por un cambio en la carga lectiva, favorable en unos casos para unas asignaturas y desfavorable para otras. Quizá la que más llama la atención es la de Religión, una asignatura que siempre crea controversia. Hay quienes la defienden como parte del currículum de sus hijos y quienes consideran que debería impartirse fuera de las aulas. Aún es más controvertido que dicha asignatura puntúe como el resto en cursos como los del Bachillerato, que son esenciales para establecer la nota de acceso a la Universidad. El comienzo del curso también ha estado marcado por el comedor de Fuente del Moral. Con los escolares en las aulas es difícil que se acometan las obras en el interior del centro. Los padres tendrán que seguir esperando para disfrutar de este servicio.
A nivel político, es una buena noticia escuchar que entre los objetivos prioritarios del equipo de Gobierno está acabar con las obras ya empezadas. Es triste que toda una generación de hijos de ruteños haya crecido esperando disfrutar de la nueva piscina municipal. Esta piscina tardó ocho años en construirse desde que se anunció la primera vez. En cuanto al Edificio Cultural de la calle Fresno, se pensó para que Rute dispusiese de un espacio escénico apto para representaciones teatrales, proyecciones audiovisuales y otro tipo de actos de carácter cultural. Comenzó a construirse en el año 2002. Ahora, en los últimos meses se ha dado a esta infraestructura un importante empujón con una serie de actuaciones y obras de mejora. El edificio ya dispone de ascensor, cuenta con toda la instalación eléctrica y una sala de exposiciones de lujo. Sin embargo, el espacio escénico tendrá que seguir esperando hasta contar con más fondos.
Septiembre ha sido además el mes en el que los colectivos y asociaciones de Rute han presentado sus propuestas para este otoño. La asociación de mujeres Horizonte ha dado a conocer los diferentes talleres que ofertan. Por su parte, la asociación Alcalde Salvador Altamirano celebra su decimoséptima Semana del Mayor. También los clubes deportivos han arrancado sus competiciones oficiales. Es el nuestro un pueblo con gran actividad deportiva con competiciones federadas en las modalidades de fútbol, baloncesto, bádminton, taekwondo, tenis de mesa, atletismo e incluso en mountain-bike o el mundo del motor, con practicantes destacados en todas estas especialidades.
Al mismo tiempo, ha sido un mes de despedidas. A principios de septiembre se despedía definitivamente Josefa Martínez, más conocida como “Pepi, la de Adultos”. Esta maestra ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional en el Centro de Educación Permanente de Rute “Antonio Écija”. Pepi ha llevado a cabo un importante trabajo de dinamización y captación de una población adulta, mayoritariamente mujeres, que encontraron en estos centros la posibilidad de aprender a leer y escribir. No hay que olvidar que estos centros de adultos se crearon hace décadas para llevar a cabo una labor de alfabetización de la población. Con el tiempo, se fueron adaptando y en la actualidad se han convertido en centros de fomento de la cultura y dinamizadores de la vida social de un grupo de población que estuvo privado de una educación y formación reglada. La educación de adultos en nuestro pueblo no se concibe sin el sello y el impulso que supo imprimirle Pepi. Con su jubilación deja tras de sí a decenas de mujeres que ya llevarían mucho tiempo también jubiladas y apartadas de las aulas. Sin embargo, gracias a profesionales como Pepi aún se mantienen activas y con ganas de seguir aprendiendo. Sus alumnas seguro que la echarán de menos.
También se va María del Mar Somé, la monitora de danza. Con ella han aprendido a bailar generaciones de ruteñas. Somé deja tras de sí más de una década organizando las distintas ediciones del Festival de Ballet. Cada año ha congregado a cientos de personas, consolidándose como una de las citas imprescindibles de los Veranos Culturales de la Villa. Ahora, la profesora cierra una etapa en nuestro pueblo y abre otra, en la que quiere dedicar más tiempo a su hijo.
Pepi Martínez y María del Mar Somé dejan de impartir su magisterio en Rute. Sin embargo, lo que deja el fallecimiento de Teresa Córdoba es un hueco en el corazón de muchos paisanos. Empresaria adelantada a su tiempo, fue además una persona muy presente en la vida social del municipio, sobre todo en lo referente a la Virgen del Carmen. Por último, septiembre ha sido un mes muy especial para la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. La emblemática talla de la Semana Santa ruteña fue una de las que más llamó la atención en la Magna celebrada en la capital y ya de vuelta a la localidad protagonizó una multitudinaria procesión extraordinaria de regreso a Santa Catalina.

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