Editorial Nov- Dic 2020

La última publicación del año refleja el momento histórico, la inquietud y la preocupación ciudadana existente por las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria y económica que estamos padeciendo. Ha concluido un mes en el que los comerciantes no han entendido las restricciones horarias a las que se ha sometido al comercio de proximidad. Este comercio ya estaba de por sí mermado por la competencia de los grandes almacenes o las ventas online. Los responsables de los negocios, con las caceroladas que han protagonizado en nuestro municipio y con las concentraciones o manifestaciones que ha habido en otros pueblos o lugares de Andalucía, han querido protestar contra una medida de la Junta que consideran injusta. La afluencia de clientes a este tipo de establecimientos es tan escalonada y poco masiva que resulta muy difícil de entender por qué han tenido que cerrar a las seis de la tarde durante más de un mes. Los hosteleros también han visto disminuidos sus negocios por estos horarios y además han sufrido los cierres perimetrales.
Estos mismos cierres han impedido que Rute reciba a los miles de turistas que años atrás nos visitaban por estas fechas.Un puente como el de la Constitución habría sido un auténtico hervidero de visitantes que llegaban hasta nuestro pueblo atraídos por sus museos de anís y mantecados, sus aceites, chacinas o jamones. Curiosamente, estos primeros días festivos del nuevo mes hubieran sido también propicios para que los ruteños y ruteñas hiciesen sus particulares escapadas. Sin embargo, ni lo uno ni lo otro ha sido posible. No ha habido bullicio de turistas en las calles de nuestro pueblo. Pero tampoco nadie ha podido salir.
En cambio, los obradores de nuestros afamados dulces de navidad han seguido impregnando de olor las calles, y las destilerías ruteñas no han dejado de producir nuestro producto estrella por excelencia, el anís. Además, gracias a la digitalización, la tecnología y a apuestascomo la de deRute.es, la esencia de la Navidad de Rute va a estar presente en otros lugares de España y el mundo. Precisamente, ése ha sido el mensaje que ha dejado el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que, en plena pandemia, tuvo a bien visitar Rute para pedir que consumamos y compremos los productos de nuestra tierra.En cuanto a los comerciantes, les pidió paciencia.
Por tanto, ha concluido un mes, el de noviembre, que es la antesala de la Navidad y que ha estado marcado por el coronavirus. Ahora hemos dado la bienvenida a otro, el de diciembre, con el encendido extraordinario propio de estas fechas navideñas. Este año la inauguración de esa iluminación especial no ha podido contar con el habitual acompañamiento de los mochileros. De momento, no ha habido algarabía para anticipar lo que está por venir: una de las celebraciones más arraigadas, familiares y esperadas del año. Rute, conocido como el pueblo donde nace la Navidad, afronta estas fechas con un lema diferente. Este año, bajo el epígrafe “La Navidad nace en tu hogar”, se nos invita a quedarnos en casa y a disfrutar en nuestros hogares de los productos de nuestra villa. Las familias y amigos no podrán reunirse en Nochebuena o fin de año, como habitualmente lo han hecho. Sin embargo, en estos hogares ruteños no faltarán polvorones, alfajores o bombones navideños con los que endulzar estos días; tampoco anises o licores con los que brindar y recibir el nuevo año.
De esta forma, apuramos las últimas semanas de un año que formará parte de nuestra historia. Este período aparecerá reflejado en los libros de texto de nuestros nietos. Nuestra generación y la de nuestros hijos está llamada a afrontar y superar la crisis económica ocasionada por esta pandemia de carácter mundial. Por nuestra parte, desde los Medios de Comunicación Municipales, tanto desde la radio local, como desde este periódico, nos hemos esforzado para que todo lo vivido no se olvide. Especial relevancia ha tenido el trabajo desarrollado en la emisora municipal. En esos meses del estado de alarma, a través de las ondas pudimos informar de la incidencia de la Covid-19 y de la difícil situación por la que atravesó la residencia Juan Crisóstomo Mangas. Durante tres meses, a diario, a través de Radio Rute, pudimos hacernos eco del trabajo anónimo de costureras y de decenas de mujeres igualmente anónimas de nuestro pueblo, que se volcaron haciendo mascarillas cuando éstas no se podían adquirir en el mercado. Asimismo, pudimos contarles cómo se sucedían multitud de colaboraciones de cofradías, colectivos o asociaciones locales, con todo tipo de iniciativas solidarias.
Desde el pasado mes de marzo la radio local, con más empeño si cabe, ha servido de altavoz de los vecinos y vecinas de nuestro pueblo. Ha dado voz a los comerciantes, a los hosteleros, a los trabajadores, a los empresarios, y a todos cuantos han querido compartir unas experiencias únicas, difíciles y muy duras. En definitiva, hemos vivido un momento inédito y hemos podido estar ahí para contárselo. Incluso nos atreveríamos a decir que, en esos días de calles desérticas y de confinamiento total, la radio acompañó como nunca antes lo había hecho.Por tanto, lo ocurrido en 2020 formará parte de los libros de texto futuros. Pero además, gracias a la posibilidad que nos brindaron estos medios locales (la radio o el periódico), todo lo vivido en nuestro pueblo durante este período formará parte de nuestra historia local. De ahí que queramos concluir, en el último editorial del año de esta publicación mensual, dando las gracias a quienes confían en nosotros como garantes y testigos fieles de ese patrimonio oral y escrito de nuestro pueblo.

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