Editorial mayo 2022

Los patios de la capital convierten al mayo cordobés en uno de los meses más atractivos del año. Esos patios fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad un 6 de diciembre de 2012, por la Unesco. De eso hace una década. Sin embargo, la tradición del cuidado de los patios cordobeses es ancestral. Con ese registro quedaron reconocidos unos espacios que promueven el contacto humano y el intercambio cultural. Son unos espacios que proporcionan sentido de identidad y continuidad a una comunidad. Sin duda, los patios se han convertido en uno de los atractivos turísticos más potentes de la capital cordobesa. Paralelamente, la comarca de la Subbética y el resto de la provincia se han ido sumando a la promoción de esos espacios tan singulares. En concreto, los patios y rincones de nuestro pueblo, y del resto de municipios vecinos, cuentan con su propia idiosincrasia y peculiaridades. Estos espacios y rincones se cuidan y mantienen todo el año, y nos invitan a conocer el interior de los pueblos.
En este sentido, Rute es pionero y ejemplo a seguir. Los multipremiados patios ruteños acogen cada año todo tipo de eventos sociales y culturales. Asistimos a estos espacios, al aire libre, para ver un monólogo, una actuación musical, la presentación de un libro o simplemente nos abren sus puertas para sumarse a la fiesta de la Cruz y para acoger a todos los ruteños y ruteñas que lo deseen. Además, los correspondientes concursos comarcal y provincial que organizan la Mancomunidad de la Subbética y la Diputación provincial, respectivamente, ha propiciado la proliferación de estos espacios y los han convertido en un elemento más de interés para quienes nos visitan. Por todo ello, el hecho de que un patio ruteño haya acogido la presentación de I Guía Provincial de Patios que edita El Día de Córdoba, o que los patios de Anselmo Córdoba y Aurora Sánchez, así como el Rincón de Carmen, hayan vuelto a ser premiados, son noticias positivas para nuestro pueblo y de las que nos debemos sentir orgullosos.
En este ambiente festivo, mayo nos ha devuelto las ansiadas fiestas en honor a la Morenita o las de San Isidro Labrador. Hay que recordar el reconocimiento que recibieron las Fiestas de la Virgen de la Cabeza. Antes de la pandemia fueron declaradas de Interés Turístico de Andalucía. Son unas fiestas que pueden presumir de contar con una romería urbana única, con las salidas procesionales de la Morenita, en prolongadas jornadas de mañana y tarde. Es éste un hecho diferencial de estas fiestas y sintomático del fervor que despierta la Virgen en nuestro pueblo.
Por otra parte, cabe destacar la historia que nos cuenta en este número Araceli Vinuesa Romero. Es el relato de una familia víctima de la represión franquista, con un abuelo y dos tíos abuelos que fueron apresados y posteriormente fusilados. La suya es una de las familias ruteñas que aún no ha logrado cerrar las heridas de un episodio tan terrible de nuestra historia reciente.
En mayo, la política autonómica también se ha colado dentro de la actualidad ruteña. Los representantes de algunos de los partidos que concurren a las elecciones del próximo 19 de junio ya han comenzado la precampaña en nuestro pueblo. ¿Hasta qué punto llegan los mensajes que trasmiten a nuestros vecinos? ¿Influye una campaña electoral en los resultados? Quizás influye menos de lo que creen y esas campañas cuestan más de lo que deberían. No obstante, con facilidad tendemos a afirmar que los políticos son de esta o aquella manera e incluso a decir que hemos perdido la confianza en la clase política. Sin embargo, en democracia, con nuestro voto, podemos y debemos influir para cambiar las cosas que no nos gustan. Por eso, siempre, unas elecciones son una oportunidad para hacer balance de los últimos años de gestión y decidir qué modelo consideramos que beneficia más a nuestra sociedad.

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