Editorial Mayo 2017

Mayo se ha caracterizado por el anuncio de inversiones que afectan a Rute y sus aldeas. Son actuaciones que se llevan a cabo en nuestra localidad a través de distintos programas de carácter supramunicipal, como el Profea, el Plan Provincial de Caminos Rurales o el Plan de Aldeas. Cada año la Corporación municipal decide para qué van a ir destinados estos fondos, y en qué calles, caminos o espacios se van a invertir dichas cantidades. Quizá lo más destacable sea la apuesta del equipo de Gobierno con este tipo de intervenciones por la mejora de la imagen y la estética del municipio, y todo lo que ello conlleva. Y es que Rute se ha convertido en un pueblo de referencia a nivel turístico gracias a su campaña de Navidad y a los miles de turistas que nos visitan atraídos por los museos temáticos de los dulces navideños, los anises o las chacinas. De ahí el interés por ofrecer un pueblo más bello y cuidado. Y de ahí, entendemos, que también las actuaciones que se llevan a cabo con fondos de otras administraciones no sólo se destinen a mejorar el pavimento, el asfaltado o la red de saneamiento de las distintas calles. Dichas mejoras buscan igualmente hacer de Rute un municipio más transitable y peatonal. Por ello, las iniciativas que se están ejecutando en algunas de las calles principales implican ampliaciones de acerado y la colocación de nuevo material urbano.

Se trata, pues, de velar más por las personas de a pie e incluso por la dinamización del comercio de la zona. Sin embargo, también es cierto que este tipo de decisiones afectan a los vecinos que pierden aparcamientos cercanos a sus domicilios y que, por la idiosincrasia del lugar en el que viven, zonas de peanas o calles más estrechas, encuentran dificultad para estacionar o dejar su vehículo para cuestiones tan básicas como descargar la compra. Por eso, y pese a que se han habilitado determinadas zonas de aparcamientos en solares cercanos a las zonas afectadas, sigue siendo necesaria la búsqueda de más aparcamiento público o la habilitación de espacios que faciliten a los vecinos el acceso a sus domicilios.

No obstante, no podemos obviar que Rute es un pueblo de peanas y pendientes. Por tanto, se pueden cambiar las barandas para hacer esas peanas más estéticas y seguras, mejorar su accesibilidad, pintarlas o decorarlas pero difícilmente se pueden quitar o corregir las pendientes de determinadas calles a pesar de las incomodidades que generen al vecindario. Asimismo, con otras de las intervenciones previstas se ha anunciado que se va a poner en valor  espacios como la calle de La Piocha. En este sentido, consideramos que velar por hacer atractivos rincones como el del Chorreadero, los Barrancos y ahora el de La Piocha, contribuyen a hacer de nuestro municipio un lugar más apetecible.

Mayo también ha sido el mes de los patios, de las flores, de las cruces, de la romería de la Virgen de la Cabeza y de San Isidro. Ha sido un mes para disfrutar de las fiestas y tradiciones ruteñas; un mes marcado por momentos intensos, de fervor, que se repiten y se comparten entre generaciones, y que nos hacen sentir pueblo.

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