Marzo 2019

La proximidad de las elecciones nacionales en abril, seguidas de las municipales en mayo, mantiene muy activo el aparato de los partidos durante estos meses. En Rute, la formación más movilizada es el Partido Popular. A nivel local, son los únicos que han hecho público a su candidato a la Alcaldía. Por tercera vez consecutiva, David Ruiz va a encabezar la lista de los populares, con el aval de ocho años en la oposición del Ayuntamiento de Rute, y una compañera de Corporación, Carmen María Arcos, como diputada provincial, que también le acompañará. De nuevo han iniciado contactos con empresarios, colectivos o clubes ruteños. Estos contactos se han hecho extensivos al resto de vecinos, con el denominado “puerta a puerta”, con el objetivo de recoger propuestas para la elaboración de su programa electoral. Además, han intensificado su presencia en los medios locales para denunciar la bajada poblacional, reprochando al alcalde ruteño la falta de medidas para combatirla. También han registrado peticiones para que se reúna la Junta Local de Seguridad tras los robos que se han producido en el último mes.
Paralelamente, acompañan y son acompañados en comparecencias públicas por representantes destacados del PP a nivel provincial. Así, hasta Rute se ha trasladado el actual portavoz popular en la Diputación y ahora candidato número uno al Congreso, Andrés Lorite. En su visita a Rute, Lorite ha querido poner en evidencia las políticas y actuaciones de Antonio Ruiz, como alcalde y como presidente de la institución provincial. Y casi al cierre de este periódico, Fernando Priego, actual alcalde de Cabra y candidato número uno al Senado, departía con los medios locales, en una entrevista en la que hablaba de las propuestas del PP, de quiénes son sus enemigos políticos y de iniciativas populares para los jóvenes en particular y la ciudanía en general. Y es que el renovado PP se juega mucho en los próximos comicios. Se juega su pulso por liderar la derecha y frenar el ascenso de Ciudadanos o Vox. Se juega consolidar el nuevo equipo conformado por Pablo Casado. Se juega convertirse en la alternancia de PSOE al frente del Gobierno de la nación.
Por su parte, los socialistas en Rute tan sólo han realizado un acto de precampaña electoral, protagonizado por Antonio Ruiz, como secretario provincial, y la número tres al Senado, María Jesús Serrano. En dicho acto han abogado por un país en el que quepan todos frente a la España “en blanco y negro” de la derecha. A nivel local, aún apuran el tiempo para concluir su mandato con los deberes lo más hechos posible. De ahí anuncios como el de la ampliación del polígono industrial o la construcción de las demandadas pistas de pádel, atletismo o vóley-arena. Son actuaciones que los populares han cuestionado por entender que ni las obras del polígono van a comenzar pronto, ni las de las pistas deportivas estarán concluidas para el verano. No obstante, el alcalde insiste en que estarán en fecha según lo anunciado.
En principio, los electores tendrán que votar en mayo confiando en la palabra de uno u otro. Será en junio cuando los ruteños podrán constatar quién llevaba razón. Para entonces, quizá ya sea tarde para conseguir el rédito político deseado. En nuestro pueblo, de la concurrencia del resto de partidos poco se puede comentar. Los representantes de Izquierda Unida no han dado ni un solo paso para explicar cuáles van a ser sus intenciones. Los de Podemos, Ciudadanos y Vox hacen amagos por estar presentes de una u otra forma, pero, de momento, no logran conformar equipos en Rute.
Por tanto, la política copa la actualidad de nuestro pueblo. Sin embargo, en marzo también se han iniciado las obras de remodelación de la calle Del Pilar. Con esta actuación, encuadrada en los planes Profea, se pretende contribuir a dinamizar y embellecer una de las calles céntricas y comerciales del municipio. De sobra es sabido que el comercio no atraviesa su mejor momento, ni en Rute ni en ningún lugar. La competencia de las compras online o de los grandes almacenes es muy difícil de combatir. Quizás el embellecimiento de la calle tampoco logre reflotar el comercio como sería deseable. Lo que sí está claro es que son obras que de no realizarse en este punto se llevarían a cabo en otros. Por tanto, entendemos que el intento es loable. Máxime si como pueblo turístico también se aspira a cuidar y dar vistosidad a una de las calles más emblemáticas de Rute. Ahora sólo cabe esperar que se cuiden los detalles y que el esfuerzo y las molestias que generan, como cualquier obra, merezcan la pena.

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