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El delegado territorial de Políticas Sociales afirmó en su visita a Rute que los casos de plazas concertadas no ocupadas se debían a una falta de demanda
En su reciente visita a Rute, el delegado de Políticas Sociales de la Junta, Antonio López, mostró su preocupación por la falta de ocupación completa de la Unidad de Estancia Diurna de Arapades. Según dijo, de las veinte plazas concertadas con que cuenta, sólo están ocupadas catorce. Para el 30% restante, aseguró que no había “ninguna solicitud pendiente en el sistema” y lo achacó a una falta de demanda. La respuesta desde la Asociación Ruteña de Atención a Personas con Demencia Senil ha sido de “sorpresa”. Su presidenta, Natividad Leiva, y la directora del Centro de Día, María del Carmen Rodríguez, desmienten que las familias no estén interesadas.
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Sí es cierto que hay seis plazas sin ocupar. Sin embargo, no creen que obedezca a una falta de demanda. No sólo les consta por los propios familiares que hay al menos cuatro solicitudes en trámite. En algún caso, lleva más de un año pendiente de resolución. Además, hasta febrero pasado la ocupación del centro se reducía a la mitad. De las cuatro plazas adjudicadas desde entonces, la última se concedió el pasado 30 de mayo y las otras apenas se remontan a mediados de abril.
La presidenta sentencia que la pandemia les ha afectado en otras cuestiones, pero no a la hora de que las familias soliciten la unidad. La situación no es nueva. Desde 2017 nunca se han ocupado todas las plazas concertadas. Antes, ha habido veces en que apenas se llegaba al 50%. Con menos, en palabras de la directora, la viabilidad del centro sería “muy difícil”. En esos casos, hay usuarios a los que se imparten talleres de estimulación que palian en parte la carencia de una atención continua.
Las plazas otorgadas desde febrero han sido para usuarios que ya participaban de esos talleres. Lo mismo ocurre con quienes tienen pendiente la adjudicación de una de las disponibles. Por eso, en Arapades saben de primera mano por sus familiares que las solicitudes están en curso, aunque no tengan acceso directo a una información cuya gestión comienza a través de los Servicios Sociales. No obstante, son conscientes de que se puede crear “algún vacío” y se ha podido deber a eso que al delegado no le aparecieran. La presidenta sí piensa que es un problema burocrático o administrativo.
No sabe cómo debería figurar esa petición en el sistema informático de la Junta, pero tienen constancia del interés de las familias. Con frecuencia se acercan al centro en busca de una información que no encuentran por otras vías, o tratando de agilizar un proceso muy lento. En este sentido, Rodríguez recuerda que las solicitudes deberían resolverse en un máximo de un año. Aun así, a falta de hablar con el propio Antonio López, con quien quieren concertar una cita, han querido tranquilizar a las familias implicadas, que también han mostrado su extrañeza ante las palabras del delegado. La presidenta defiende que seguirán “luchando” para que esas plazas se adjudiquen.