-
El corredor ruteño ha dado el tipo en las dos pruebas de características opuestas que se han disputado en mayo
Daniel Caballero – Open de España
Desde primeros de año el ruteño Daniel Caballero tenía muy perfilada la temporada de ciclismo DH: hacer todas las pruebas del Open de Andalucía y acudir al máximo posible del Open de España. En la cita regional le acompañan otros corredores de Rute. Pero tiene claro que quiere codearse con los mejores también en el panorama nacional. Ello le ha llevado al centro y el norte del país, el primer y el último fin de semana de mayo, respectivamente. Los días 5 y 6 estuvo en El Raso (Ávila) y el 26 y el 27 en Tuña, en Asturias. Ambos pueblecitos le resultaban familiares de otros años. El deporte le está permitiendo conocer buena parte de la geografía española.
Noticia relacionada
Las dos pruebas le han dejado muy buen sabor de boca. En Ávila quedó octavo de la general y tercero de su categoría, sub-23. En tierras asturianas tampoco le fue mal: noveno en la general y cuarto sub-23. Por tanto, las dos veces entró en el top 10. Ahí se acaban las similitudes. Dani no pudo dar con dos circuitos más contrapuestos, por las características pero sobre todo por lo que deparó la climatología. En El Raso el terreno estaba totalmente seco, con el riesgo añadido para un trazado de por sí rápido, de apenas dos minutos. En este aspecto, se parecía más a los circuitos andaluces, más cortos.
En Tuña, en cambio, los tiempos se elevaban más de cuarenta segundos. Parece poco, pero, como él mismo explica, esa diferencia en una prueba de descenso representa una distancia considerable. Si en Ávila se habían encontrado la tierra seca, en Asturias les esperaba la lluvia todo el fin de semana. Uno y otro extremo (seco y embarrado) son igual de peligrosos para corredor y bicicleta. Aun así, asegura que los ciclistas pueden ser más reservados en la primera manga, la clasificatoria. Sin embargo, en la segunda, la que de verdad puntúa, se vuelven “un poco locos” y nadie reserva nada.
Lo importante es que, pese a las diferencias entre ambos circuitos, el ruteño termina el mes bien situado en el ranking élite sub-23 de este Open de España. De hecho, está más o menos donde esperaba a estas alturas. Su objetivo es situarse entre los diez mejores al final de la temporada. Para ello, sólo resta una prueba, ya que el Open es relativamente corto. Será a finales de junio en Briviesca (Burgos). Su sueño sería subir más arriba, pero sabe que hay un corte de unos cinco corredores intratables, casi profesionales. Detrás tienen buenos patrocinadores que les permiten vivir prácticamente del ciclismo y dedicarse a entrenar muchas más horas que los demás compañeros del ranking.