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La empresa ruteña experimentó durante el pasado año un crecimiento de un 30% y alcanzó picos de contratación con ciento cincuenta y cuatro personas trabajando
Gregorio Cruz hace balance del crecimiento experimentado por su empresa
La empresa de portaequipajes Cruzber cerró 2021 con unas cifras muy positivas. Su facturación alcanzó cerca de catorce millones de euros, después de haber hecho frente a un año marcado por la pandemia, la escasez de materia prima y el incremento de los costes de fabricación. Se trata, apunta Gregorio Cruz, CEO de Cruzber, de “la mejor cifra obtenida” desde que se creó la firma. Tras superar la crisis económico-financiera de 2008, lograron facturar entre siete y ocho millones de euros anuales. Ahora, tras la pandemia mundial, han conseguido los mejores resultados de su serie histórica. Esto ha supuesto un crecimiento de un 30% de la producción.
Para Gregorio Cruz, no ha sido una tarea fácil en un año que ha sido “vertiginoso y con grandes desafíos”. De hecho, durante el pasado ejercicio, el precio del acero se ha duplicado, la logística del transporte marítimo se ha complicado y el precio, por ejemplo, de un contenedor procedente de China se ha multiplicado por siete. Pese a todo, decidieron mantener las tarifas y no actualizarlas hasta el nuevo año. Por todo ello, está “satisfecho con los resultados”. No obstante, asegura que éstos podrían haber sido incluso mejores, de no haber sido por las mencionadas incertidumbres.
El máximo representante de Cruzber atribuye estos resultados a la clara apuesta de esta firma con sede en Rute por la internalización y a la reorganización y profesionalización de la plantilla. Respecto al organigrama, han creado los departamentos de Exportaciones, I+D y Recursos Humanos. En relación a sus relaciones comerciales, Cruzber viene trabajando con mercados externos desde 2006. En la actualidad, sus ventas nacionales e internacionales son similares, apunta Cruz, y abarcan treinta y seis mercados. En estos momentos, el mercado nacional representa un 52% de las ventas, frente al 48% que suponen las derivadas del extranjero.
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De ese mercado exterior, el 44% de clientes proceden de países europeos como Inglaterra, Polonia, Francia, Alemania o República Checa. El otro 5% es de otros continentes y relaciones comerciales mantenidas en Nueva Zelanda, Australia, La Polinesia francesa, Chile o Costa Rica. Paralelamente al incremento de la facturación, la producción o la mayor presencia de la firma ruteña el mundo, Gregorio Cruz considera muy importante el empleo que han sido capaces de generar o mantener. El promedio de contratos de su empresa durante el pasado año fue de 139, con picos de 154 personas empleadas en determinados momentos.
En los primeros meses del año actual, ese promedio se sitúa en 152 trabajadores y trabajadoras. La mayoría del personal vinculado a la empresa son puestos con contratos indefinidos, diecisiete son de personas con alguna discapacidad. Además, Cruz afirma que el personal vinculado directamente con la empresa cuenta con salarios que son un 80% superiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). De hecho, atribuye los resultados al buen hacer de su plantilla, al equipo directivo y la cohesión y el compromiso existentes.
Por otra parte, con el patrocinio de determinados deportistas del mundo del ciclismo o de los coches, tanto a nivel local como autonómico, Cruzber pretende hacer visible su marca, pero también evidenciar su compromiso con la sociedad, y su apoyo, en este caso, a los deportistas implicados. A finales de 2021, Cruzber lanzó su nueva marca de producto FIRRAK. Ésta ha sido el resultado de un largo periodo de trabajo. Se trata de un producto pensado para cubrir las necesidades de transporte en un vehículo de gama media.
De cara a 2022, la empresa espera dedicar el 20% de su facturación a inversiones, equipamiento e instalaciones que le permitan seguir creciendo de forma sostenible y respetuosa con el medioambiente. Por el volumen de facturación y el nivel de empleo creado, estamos ante una mediana empresa, con sede en Rute, y cuyos impuestos, como el IAE o el IBI, repercuten en el bienestar de un municipio de unos diez mil habitantes. Afortunadamente, afirma Cruz, Rute cuenta con varias empresas de similares características o incluso de mayor envergadura.
Por eso, ha lamentado las manifestaciones de determinados políticos y afirma estar “cansado” de que algunos intenten presentar a los empresarios como si fueran unos explotadores o personas insolidarias. En este sentido, se ha referido a las declaraciones efectuadas en el Congreso de los Diputados por Gabriel Rufián (ERC). En relación al hecho de que los empresarios no encuentran trabajadores en determinados sectores, como la hostelería o el transporte, dijo que “lo que no encuentran los empresarios son esclavos”. Para Gregorio Cruz, estas afirmaciones son una barbaridad y no son justas.
El representante de Cruzber cree la mayoría de los emprendedores, pequeñas y medianas empresas o pymes, que suponen el 95% del tejido empresarial, no buscan explotar a nadie sino sacar a flote su negocio. Respecto a la recién aprobada reforma laboral, apunta que “no hay ninguna perfecta”. Sin embargo, valora positivamente el hecho de que el contenido haya sido acordado por los agentes sociales, sindicatos y patronal. A su juicio, contiene aspectos muy positivos y otros que son más rígidos. Sin embargo, ve con buenos ojos que se haya podido sacar adelante. Considera que la temporalidad, en determinados sectores, es excesiva, “empezando por la administración pública”.
