Cruz Roja Rute celebra una jornada de puertas abiertas

  • La Asamblea Local ha organizado este encuentro con colectivos del pueblo para dar a conocer sus servicios y tratar de ampliar el voluntariado ante la llegada de temporeros para la cosecha

La Asamblea Local de Cruz Roja Rute ha celebrado una jornada de puertas abiertas con diversos colectivos del municipio. Para ello, se les han mostrado las instalaciones situadas en la barriada de Los Manzanos, sus dependencias y el uso de cada una. Después, se ha invitado a los asistentes a un desayuno. Según Sandra López, técnica de la Asamblea Local, la jornada se ha organizado en la antesala de la campaña agrícola y la recolección de la aceituna. Es un periodo en que aumenta el flujo de trabajadores temporeros que vienen a Rute y en la sede hay más actividad.

  • La Asamblea Local cuenta con unos treinta voluntarios continuos, en su mayoría mujeres, más otros que colaboran de forma esporádica

López ha puesto en valor la labor del voluntariado. Gracias a ella, estas personas tienen “una acogida más eficaz”. Por eso, con jornadas como ésta se quiere apelar al corazón solidario de quienes dispongan de un rato de su tiempo para echar una mano. Actualmente, la Asamblea Local cuenta con unos treinta voluntarios (en realidad, voluntarias, puesto que son en amplia mayoría mujeres) “que vienen de manera continua”. A este grupo se suman otros “esporádicos”, pero cuya ayuda es bien recibida en tareas “puntuales” como la venta de lotería o la captación de socios.

Con esa cooperación altruista Cruz Roja puede cubrir los diversos servicios que presta en Rute. La otra técnica de la Asamblea Local, Ana Romero, precisa que hay cuestiones muy visibles, como la ayuda a los temporeros. Precisamente de cara al invierno se amplía el tiempo de atención. La sede de Los Manzanos abre de lunes a viernes en horario de mañana y tarde, salvo las tardes de los viernes. Esa atención incluye ducha con agua caliente y servicio de lavandería para su ropa. Además, a quienes vienen sin una casa donde quedarse se les facilita mantas y otra ropa. También disponen de secadora y pueden utilizar la cocina para calentar la comida.

De forma paralela, gracias a ese voluntariado se ponen en marcha talleres como el de manualidades y costura que se está impartiendo ahora, las clases de español o actividades con mayores. Por todo ello, cualquier ayuda es bienvenida y no hace falta un mínimo de horas para colaborar. Cada cual puede acudir cuando buenamente pueda o hasta echar una mano fuera de la sede, por ejemplo, con la venta de lotería.

Otro aspecto en el que insisten las dos técnicas es que están abiertas a propuestas que contribuyan a “mejorar la calidad de vida”. En cuanto a los recursos materiales, Ana Romero distingue entre la alimentación, de la que se encarga la propia ONG, o el ropero, donde es fundamental la aportación de la gente de Rute. La técnica asegura que, con esas donaciones, tienen ropa “para todo el año”. El resto de las actividades se financian, en la medida de lo posible, “con fondos propios”.

En este sentido, Sandra López subraya que una tarea “fundamental” de las voluntarias es la organización del almacén. Ahí se recogen todas las donaciones, que van más allá de la ropa de vestir. La gente colabora llevando mantas, sábanas, calefactores o juguetes para los niños, “siempre que estén en buen estado”.

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