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Se trata de un aceite de calidad Premium, obtenido después de tres o cuatro años de trabajo
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Bodegueros de España y Portugal se han dado cita en la capital cordobesa en la entrega de estos premios
Más de doscientos cincuenta bodegueros procedentes de distintos puntos de la geografía española y también de Portugal, se han dado cita en la entrega de los XXI Premios Mezquita de Córdoba. El acto formaba parte de la segunda edición del Concurso Ibérico a la Calidad de los Aceites de Oliva Vírgenes Extra. Los premios, convocados por la Academia del Vino de Córdoba, se han entregado por la mañana en el Salón de los Mosaicos, del Álcazar de los Reyes Católicos. La marca Conde de Mirasol, de Rute, ha sido galardonada con una medalla de plata dentro de la categoría de aceites de oliva virgen extra sin D.O.P. El gerente de aceites Conde de Mirasol, Alfonso Gordón, se ha mostrado “encantado” con este reconocimiento. Según ha informado, comenzaron hace tres o cuatro años con la elaboración de un aceite Premium, cuyo único objetivo era obtener la máxima calidad posible.
- La aceitunas que se recogen para este aceite se recolectan un mes antes que el resto para conseguir que mantengan toda su propiedad
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Los propietarios de aceites Conde de Mirasol, cuentan con varias propiedades en Rute desde el siglo XVIII
Conde de Mirasol es un aceite obtenido de una variedad hojiblanca de la finca que se encuentra en el término municipal de Rute, conocida como el Cortijo El Tejar. Todo el proceso, desde la selección de los trances, la manipulación del producto, cómo llega a la almazara y cómo se elabora, se ha llevado a cabo para obtener la máxima calidad. De hecho, todo esto hace que el rendimiento de la aceituna baje a la mitad. Según Gordón, el aceite procedente de la variedad hojiblanca suele tener un rendimiento del 18%. En cambio, el que se obtiene para Conde de Mirasol se queda en un 10%. Y esto ocurre, explica el gerente, porque no se añade agua ni temperatura “y todo es absolutamente fresco”. La aceitunas que se recogen para este aceite se recolectan un mes antes que el resto para conseguir que mantengan toda su propiedad organoléptica al máximo.
Se trata de de una producción pequeña, aunque ya han comenzado a comercializarla en lugares como Dubái. La apuesta por este aceite de calidad obedece, según confiesa el propio Alfonso Gordón, a una cuestión “puramente romántica”. Según ha relatado, éste era el sueño de su padre, contar con un aceite “entre los diez mejores del mundo”. Y en ello están. Los propietarios de aceites Conde de Mirasol, cuentan con varias propiedades en Rute desde el siglo XVIII. Dichas propiedades las han ido conservando y trasmitiendo de generación en generación hasta nuestros días. Curiosamente, el nombre de la calle Duquesa se debe a la tatarabuela de Alfonso Gordón, tras haber donado el parque al pueblo de Rute. En estos momentos, la familia no descarta poner en valor una antigua almazara, la conocida como el “Molino Nuevo”, como espacio cultural y de difusión del aceite como uno de los elementos más de más destacados de nuestra gastronomía.
