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La inaugural ha sido la de la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas, elaborada con claveles de papel y recreando un puesto cordobés de caracoles
Se estrena el mes y en Rute se viven con intensidad las Fiestas de Mayo. Las de la Vera Cruz afrontan sus días grandes, con dos eventos destacando. El principal, como siempre, es la procesión de la Virgen de la Sangre y la Santa Cruz, el primer sábado del mes por la tarde. Antes, en la víspera del viernes, el barrio de la Vera Cruz, y por extensión el pueblo, se llena de colorido con el concurso de cruces. Desde 2020, a raíz del confinamiento por la pandemia, esta iniciativa, organizada por la cofradía y patrocinada por el Ayuntamiento, incluye la modalidad de balcones.
Como de costumbre, la primera cruz en ser visitada por el jurado ha sido la de la Residencia de Ancianos Juan Crisóstomo Mangas. Es una excepción en el concurso, ya que los mayores descansan cuando el resto han de estar expuestas al público y al jurado, a las nueve de la noche. Este año tiene como temática un típico puesto cordobés de caracoles. El entorno cuenta con una barra con bebida y caracoles para ser degustados allí mismo. En cuanto a la cruz en sí, ha sido hecha a mano por los residentes, con claveles de papel rojos y blancos.
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La directora, Olalla Odriozola, ha recordado que el centro lleva 18 años participando en este concurso. En esta ocasión, en torno a cuarenta mayores han trabajado de un modo u otro durante un mes y medio, dentro de las tareas habituales de la tarde. Al margen de este certamen, la residencia tiene otras actividades propias de este mes. Dentro de poco, llegarán las relacionadas con las fiestas de la Virgen de la Cabeza y para el 15 de mayo celebran también el Día Internacional de las Familias.
De esta forma, ha arrancado una edición de un concurso que, según adelantaba la concejala de Cultura, Dolores Ortega, vuelve a ser muy participativo. En palabras del sacerdote Bernard Huamán, iniciativas como ésta permiten revalorizar nuestras fiestas y tradiciones. Asegura que se está imbuyendo del espíritu de Rute y la provincia y está “aprendiendo a ser andaluz”.
En efecto, las cruces de mayo son sinónimo de fiestas religiosas, pero también de participación y colorido. En este sentido, el alcalde David Ruiz cree que mayo es un mes “muy especial” y los mayores precisamente son responsables de que hayan llegado hasta hoy todas esas tradiciones. Además, su participación en el concurso es una señal de que son personas muy activas.
