Concluye la primera fase de consolidación del Canuto

  • Se ha procedido a eliminar elementos dañinos de vegetación y a la preconsolidación del hueco, y ha colocado una gárgola para deslizar el agua

Tras esta primera fase, la entrada de la torre aún permanece apuntalada

José Manuel Reyes Alcalá – Arquitecto y restaurador 

Bajo la coordinación del arquitecto José Manuel Reyes Alcalá, ha concluido la primera fase del proyecto de consolidación del Canuto. Confiesa que hay poca información de esta torre vigía que podría formar parte de una red. Él se decanta por considerarlo una atalaya, estructura de más envergadura. Tampoco descarta que guarde relación con el asentamiento de Rute Viejo, como último refugio ante una posible invasión en un territorio fronterizo. Es obvio que data de época medieval, pero se ignora si había algún elemento fortificado anterior. El arquitecto conoce un grabado del siglo XIX con una panorámica de Rute, donde se aprecia una edificación adyacente al Canuto.

En cuanto a la consolidación, se ha procedido a eliminar los elementos dañinos de la vegetación y a la preconsolidación del hueco. Para ello, se ha utilizado una tipología de ladrillo más suave, con una cubierta retranqueada, que facilitaría su retirada en un futuro sin dañar la estructura original. El hueco en la cara norte se ha mantenido, pendientes de confirmar si obedece a un derrumbe y decidir qué se hace en un futuro. Asimismo, se ha podado el pino que hay al lado, porque las ramas también estaban dañando la estructura.

No se ha decidido qué hacer con el hueco del ala norte

Para cuando se vuelva a salir tras el confinamiento, Reyes Alcalá cree que debería completarse la consolidación antes de que el Canuto sea visitado con normalidad. El estado de los sillares no permite acceder con garantías al interior, por más que se haya hecho “de una manera anárquica”. Que no se haya caído “no significa que no se pueda caer mañana mismo de forma brusca”. El restaurador insiste en compatibilizar la dicotomía entre ver de cerca este patrimonio de Rute y preservarlo. Si en su día se derrumbó el hueco del ala norte es muy probable que se suscitara el mismo debate.

Por otra parte, en esta primera fase se ha colocado una gárgola que recubre la torre para deslizar el agua y que en el futuro podría retirarse. Hay constancia de la existencia de una bóveda y de que la torre original era más alta, pero lo que se haga necesitará el visto bueno de la Comisión de Patrimonio de la Junta. Aunque dejar el hueco del ala norte no garantizaría la estabilidad, pueden buscarse soluciones intermedias. Sabe que el Canuto forma parte del imaginario colectivo y ése es un aspecto que los restauradores deben mimar y cuidar. Lo resume con una máxima: “No son piedras, es identidad”. Y esa identidad debe tratarse “con mucho cariño, delicadeza y de forma consensuada”.

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